“¡Presidenta!, ¡presidenta!”. El grito era unánime entre los simpatizantes de Ciudadanos que han aguantado casi tres horas en la plaza de Espanya —y con frío— a la espera de que la líder de su partido, Inés Arrimadas, apareciera para confirmar que son “los ganadores de las elecciones en Cataluña”.
La formación naranja ha obtenido 1.100.000 votos y 37 escaños. Ha sido la fuerza más votada de Cataluña por primera vez en su historia. En esto ha hecho hincapié la líder de la formación cuando ha afirmado que “los partidos nacionalistas nunca más podrán hablar en nombre de Cataluña”.
La alegría, no obstante, era contenida. Uno de los momentos de más euforia ha sido cuando han anunciado el 37 escaño obtenido en el último momento a costa del Partido Popular. Un júbilo de "yo soy español, yo soy español" ha reemplazado el de "presidenta, presidenta", pero a nadie se le escapa que el procés aún está vivo.
Una ley electoral “injusta”
Las elecciones de este jueves se han celebrado en el contexto político con mayor tensión que se recuerda en Cataluña de los últimos años. Pese a la subida de Ciudadanos, las formaciones independentistas conservan la mayoría en el Parlament. Quizás por esto Arrimadas se ha referido a “una ley electoral injusta” que no premia a la formación más votada.
Durante toda la campaña, el partido presidido por Albert Rivera ha insistido que en Cataluña se jugaba mucho más que unas elecciones autonómicas: el futuro de Europa. Arrimadas se ha despedido de los suyos apelando a este sentimiento “catalán, español y europeo” que les ha hecho ser la primera fuerza en los comicios: “La mayoría de gente en Cataluña se siente catalana, española y europea y va a seguir siéndolo. Hemos apostado por la unión de todos los catalanes. Hemos apostado a favor de la convivencia y del sentido común”.
El discurso elaborado en el Hotel Plaza antes de salir ante los suyos parecía claro: si bien todo apunta a que se formará un nuevo Ejecutivo nacionalista, cabía destacar que gracias a ellos no podrán proseguir con su hipotética república al tener a más de la mitad de catalanes en su contra.
Rivera: “Arrimadas debería ser la presidenta”
Tras el parlamento de Arrimadas, Albert Rivera ha hecho una intervención en clave nacional. Ha dicho que “España tiene que tener un proyecto de futuro que ilusione al conjunto de españoles” y ha interpelado al resto de “fuerzas nacionales” por sus malos resultados: “Nosotros no podemos hacer más”.
El presidente de la formación naranja ha instado a construir “una Cataluña sin supremacías” y ha insistido en que “Arrimadas debería ser la presidenta de la Generalitat” porque es quien más votos y escaños ha recabado. En este momento los gritos de “presidenta, presidenta” se han vuelto a oír con fuerza entre los asistentes.
La comitiva de Ciudadanos desplegada en el escenario para apoyar a sus máximos líderes se ha retirado pronto. Los asistentes, por su parte, se han quedado a bailar al ritmo de la música funk elegida para celebrar esta victoria más agridulce.