Es un pequeño pueblecito situado en el linde entre Barcelona y Girona, en la comarca de La Selva. Su población supera por poco los 1.400 habitantes repartidos en casas unifamiliares, más ostentosas que lujosas, situadas alrededor del ayuntamiento y de las instalaciones deportivas de una población que no tiene actividad comercial salvo la del único bar. Es Fogars de la Selva.
Mapa de Fogars de la Selva en la misma localidad / CG
Como muestra, un botón
Este pueblo, situado en la falda de Hostalric, cuyos habitantes trabajan en el sector servicios, presentó en las pasadas elecciones una distribución de votos y porcentajes prácticamente clavada a la foto electoral que pocas horas después se confirmó en toda Cataluña. Por eso se le conoce como el Ohio catalán, porque históricamente se entiende que los resultados que se registran en ese estado norteamericano acaban siendo un calco de lo que acaba sucediendo en todo el país.
Volvió a ocurrir
En 2015, el 73% del censo electoral de Fogars votó. Y ganó Junts pel Sí, seguido de Ciudadanos, el PSC, Catalunya Sí que es Pot y la CUP, quedando Unió Democràtica relegada en última posición.
Eso, pero a gran escala, es lo que ocurrió en Cataluña.
La historia se ha repetido.
Mesas electorales de Fogars de la Selva / CG
En las del 2017, Fogars presenta los siguientes resultados: Ciudadanos con el 31%, Junts per Cataluynya el 21%, ERC el14%, Cat comú 7%, PP 5% y la CUP el 3%.
Vecinos variopintos
De nuevo, los vecinos de Fogars han sido representativos de un realidad que alcanza a toda Cataluña, un fenómeno curioso, en una población variopinta y poco fiel a corsés políticos.
El ayuntamiento de Fogars está gobernado por siete independientes, con otros dos independiente en la oposición. Curioso.