El Partido Animalista Contra el Maltrato Animal (PACMA) es optimista. “Nos da fuerza y energía serlo”, explica a Crónica Global la candidata a la presidencia de la Generalitat y secretaria general del partido, Ana Bayle. Bajo esta premisa, opina que es posible entrar en el Parlament tras las próximas elecciones con un escaño y los resultados de comicios anteriores le dan la razón: de 45.000 votos en 2008 a 287.000 en 2016.

Y, si lo consiguen, se sienten preparados: “No vamos a entrar como presidentes”, y han aportado ya más de un granito de arena a la lucha contra el maltrato animal con leyes presentadas en el Congreso de los Diputados como la Ley Cero (para acabar con los festejos taurinos, el sacrificio de los animales y los circos) y el plan de evacuación de animales en catástrofes.

“Maquiavélico”

Solo tienen que reunirse con los diferentes grupos políticos, según Bayle, para proponer algunas mejoras. Aunque en su programa electoral no se contemple ninguna postura hacia la independencia de Cataluña, ni a favor ni en contra, ya que no lo consideran imprescindible. “La construcción de un país, sea cual sea, pasa por el bienestar de todos los que lo integran: hablamos de seres humanos, animales, medio ambiente y justicia social”, dice.

Considera “maquiavélico” pensar en una construcción ideológica cuando en Cataluña hay 147 poblaciones sin agua potable “debido a la contaminación de acuíferos y el origen viene de las granjas de cerdos y de sus purines”.

Pese a todo, si PACMA entra en el Parlament y algún partido pica a su puerta, lo tienen claro: “Le daremos apoyo al que tenga la valentía de prohibir los correbous y la caza. También a quien reduzca las granjas de cerdos, que nos convierten en el vertedero de Europa”. Les es indiferente el color del partido porque, si tiene representación en la Cámara, será democrático.

Protesta de PACMA en la Monumental de Barcelona / CG

Protesta de PACMA en la Monumental de Barcelona / CG

Ya no solo animales

De momento, la formación ha ampliado por primera vez su programa electoral --que puede consultarse aquí-- y no se ciñe únicamente a la defensa de los animales, pese a que siguen siendo el grueso de sus propuestas.

Ahora también se centran en otros aspectos de interés general como la economía, punto en el que proponen políticas activas de empleo, así como la conciliación entre la vida familiar y laboral --a través de la adaptación al horario europeo, la promoción del teletrabajo y la ampliación del horario de las guarderías, entre otros--; el fomento del emprendimiento, la innovación y desarrollo tecnológico; la investigación ética y el turismo de calidad, respetuoso con el medio ambiente.

Apuestan, también, por la reducción de los cargos de confianza en las administraciones públicas, la suspensión de gastos superfluos y la reducción del gasto público en dietas y vehículos oficiales en el 90%.

En materia de vivienda, proponen expropiar a los 18 meses los inmuebles vacíos que sean propiedad de bancos; incrementar el número de viviendas destinadas a alquiler social; establecer un sistema de ayudas públicas a alquiler para evitar la pérdida del hogar; priorizar el acceso a los pisos protegidos a los colectivos con mayor necesidad y prohibir los cortes de suministro debidos a impagos en familias en riesgo de exclusión social.

Salud, escuelas e igualdad

Sobre la sanidad en Cataluña, uno de sus planteamientos es complementar la cartera de servicios públicos con la salud bucodental; ampliar la baja por maternidad/paternidad hasta dos años; reducir los recortes y aumentar los presupuestos autonómicos en salud pública y dignificar al profesional de la sanidad dotando de estabilidad laboral y condiciones de seguridad el desempeño de su trabajo.

La educación, para PACMA, es fundamental y por ello defienden la reducción de las ratios profesorado-alumnado; aumentar los fondos destinados a becas; asegurar transporte y menú escolar gratuito para familias en situación de vulnerabilidad; mejorar la educación plurilingüe y velar por el desarrollo de una escuela pública realmente laica.

Para la igualdad de la mujer proponen la creación de una consejería específica; medidas que favorezcan su inserción laboral; un pacto social que rompa la brecha salarial; combatir el techo de cristal que obstaculiza la ocupación de las mujeres de algunos puestos ejecutivos; mejorar el protocolo de actuación en casos de violencia de género y una ley integral de transexualidad, así como otra por la igualdad de las personas LGTBIQ.