El Gobierno está preparado por si tiene que repeler un ciberataque este jueves, 21D, jornada de elecciones en Cataluña. El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, ha explicado no obstante que todos los indicios apuntan a que estos comicios se celebrarán con normalidad.
En un acto sobre Tráfico en el Ministerio del Interior, Zoido ha explicado que están seguros de que "habrá normalidad" y que "nadie alterará la pacífica participación". Lo ha hecho tras recordar que los ciberataques se han incrementado "últimamente" y que, por ello, el Gobierno cuenta con "dispositivos especiales" para el caso de que alguien quiera "atacar cualquier sistema" y "alterar el normal funcionamiento" del 21D.
Dispositivo superior al de otras ocasiones
Zoido, por otra parte, ha mantenido en secreto el dispositivo policial desplegado por Interior, responsable del proceso electoral y de la seguridad en Cataluña desde la entrada en vigor del artículo 155 de la Constitución y la destitución del Govern en pleno de Carles Puigdemont. Se ha limitado a decir que el objetivo es "mantener el control y que nadie pueda alterar el orden ni la pacífica participación de todos".
Fuentes policiales han explicado a Europa Press que el dispositivo del 21-D --"superior al de otras ocasiones", según Zoido-- incluye el despliegue de 10.000 agentes de los Mossos d'Esquadra y a otros 3.000 policías y guardias civiles. Además, 2.000 agentes de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado están prevenidos por si hiciera falta su intervención inmediata.
"Normalidad en la calle"
Interior mandará patrullas a los 2.700 colegios electorales y se blindará organismos clave como el Centro de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información (CTTI), el centro de la Generalitat que supervisa todo el sistema informático en Cataluña; en ello jugará un papel clave el CNI y otros servicios de Información.
Zoido ha destacado que no ha habido ningún disturbio en las últimas semanas y que las instituciones intervenidas con el 155 funcionan "todas" con normalidad. La misma normalidad, ha subrayado, que existe en "la vida en la calle".