La excepcionalidad de los comicios del próximo 21 de diciembre en Cataluña ha implicado un ejercicio empresarial igual de extraordinario para compaginar la jornada laboral con la electoral. En la recta final de la campaña, los ejecutivos cierran sus respectivos planes de contingencia que incluyen la implementación de turnos, el teletrabajo o la aplicación de medias jornadas.
Esta última medida es la que se ha pactado en la sede central de Mango, situada en la población de Palau-solità i Plegamans (Barcelona). Igual que ocurre con la inmensa mayoría de grupos catalanes, el gigante del fast fashion no existía en las últimas elecciones que se celebraron entre semana en España. Fueron las generales de 1982, cuando la excepcionalidad también marcaba la agenda política del país por la debilidad de la presidencia de Leopoldo Calvo-Sotelo y de su partido, UCD.
El grupo presidido por Isak Andic ha pactado con el comité de empresa que el personal de oficinas trabajará de las nueve de la mañana al mediodía y que se aplicarán turnos para tratar los “temas más urgentes”, indican sus portavoces. También se montará un sistema de relevos en la plantilla de las tiendas físicas.
Seat concentra las jornadas
Seat aplica un sistema de concentración de las jornadas de los empleados de fábrica. El decreto de convocatoria de las elecciones indica que si el horario laboral coincide con el de votación en cuatro horas o más se dispone de otras cuatro horas de permiso retribuido; si se solapa entre dos y cuatro horas se dispondrán de 120 minutos para ir a votar y si se está por debajo de este parámetro no se tiene derecho al permiso retribuido y no recuperable.
En la principal factoría de Cataluña, el turno de mañana quedará reducido de las 5.45 a las 9.45 horas, en lugar prolongarse hasta las 13.45; y el de tarde empezará a las 17:45 horas y terminará, como siempre, a las 21:45. En el de noche no habrá afectación.
Teletrabajo en las oficinas
Las factorías estarán paradas ocho horas. Con todo, los portavoces explican que la pérdida de lo que equivale a un turno de trabajo no tendrá un impacto destacado en la producción. Recuerdan que sus centros productivos empezarán las vacaciones de Navidad el día 23 de diciembre y que se han cumplido los plazos de las entregas previstas. En los 55 días que han transcurrido entre el anuncio y la celebración de los comicios se ha ajustado el calendario para evitar un impacto negativo.
En cuanto al personal de oficinas, el horario marco establecido es de las ocho de la mañana a las 12 del mediodía. Cada equipo se ha organizado con sus respectivos responsables de área en unos planes en los que se contemplan las necesidades de cada empleado.
Los portavoces del grupo indican que incluso se contempla el teletrabajo para las personas que lo necesiten, sean porque viven lejos de las oficinas o porque tienen que cuidar de los niños. En las escuelas se ha decretado jornada festiva, otro problema a la hora de organizar las jornadas laborales.
Electores ante las papeletas en un colegio electoral de Barcelona en las pasadas elecciones autonómicas / EFE
Celsa y Mercadona
En otras grandes fábricas catalanas, como la de Celsa, se ha llegado a un pacto para no alterar la producción y negociar las necesidades puntuales de más tiempo para desplazarse hasta el colegio electoral, indican sus portavoces. Algo parecido a lo que ocurre en Mercadona, donde se trabaja por turnos.
Se han aplicado los requisitos de la norma marco y se ha pedido, en la medida que sea posible, que los trabajadores de la cadena de supermercados avisen si necesitan el permiso para ejercer su derecho a voto con el objetivo de evitar que ninguna sección se quede vacía a lo largo del próximo jueves.
Incertidumbres por las colas
“En general se ha negociado sin problemas”, indica la directora de relaciones laborales de Pimec, Elena de la Campa. Explica que, excepto casos puntuales, se confía en la “madurez del trabajador, que no se bloquearán las cuatro horas de permiso si no las necesita”.
Con todo, reconoce las incertidumbres del transcurso de la jornada electoral. “Si se cumplen las expectativas de participación a lo mejor se necesitan más de cuatro horas para ir a votar por las colas”, apunta. Tanto para votar como para recoger el justificante que se entrega en la empresa conforme se ha pasado por las urnas.
Habitualmente son los presidentes de la mesa electoral los que reparten estos documentos, aunque existe la posibilidad que en algunos centros electorales se habiliten otros puntos de recogida para facilitar el ejercicio del voto.
Transporte
La fluidez del tráfico y las mínimas alteraciones en el transporte público es otra de las cuestiones que se ha abordado con especial atención a la hora de diseñar los organigramas laborales de la jornada. “Desde Autopistas hemos informado con la suficiente antelación a los trabajadores de la compañía de los procedimientos a seguir para solicitar el permiso de cara a participar en los comicios”, explica la directora de explotación de la compañía del Grupo Abertis, Lourdes Roquet.
“Hemos extremado la coordinación entre los jefes de equipo para que la convocatoria electoral no afecte a la excelencia en el servicio”, añade. Una coordinación especial que también se ha aplicado en el sector público, tanto entre los trabajadores de transporte público como en el resto de funcionarios.
Seguimiento de los sindicatos
Los sindicatos catalanes señalan que por el momento no han detectado ningún conflicto laboral para ir a votar, aunque los responsables de federaciones y los sectoriales están alerta. Esperan que a medida que se acerque el 21D surjan los problemas, especialmente en la misma jornada electoral.
Fuentes de UGT de Cataluña explican que se seguirá muy de cerca que no se produzcan coacciones de ningún tipo en empresas multiservicios y con los trabajadores que sobre el papel trabajan con un contrato temporal, dos de las principales lacras del actual modelo laboral según la organización. La secretaria de acción sindical de CCOO de Cataluña, Cristina Torre, reconoce que también se fiscalizará con especial atención los ámbitos con “mayor precariedad”.
Las organizaciones de defensa de los derechos de los trabajadores plantean habilitar canales de atención especiales para contestar a las dudas laborales sobre el desarrollo del 21D.