El rey Felipe VI fue invitado a las celebraciones para conmemorar los 25 años de los Juegos Olímpicos de Barcelona. Pero la alcaldesa de la capital catalana, Ada Colau, no lo invitó como monarca, sino en calidad de deportista. Felipe VI fue el abanderado del equipo español en 1992 y obtuvo un diploma por quedar sexto en la modalidad Soling de vela.
La Casa Real recibió con sorpresa e indignación la invitación de Colau, según publica este miércoles Metrópoli Abierta. La respuesta fue: “Su Majestad descansará en su residencia oficial de Barcelona”. No es la única polémica generada en torno a la celebración de los 25 años de las Olimpiadas.
El rey Felipe VI, entonces Príncipe de Asturias, abanderado del equipo español en los Juegos Olímpicos de Barcelona de 1992 / CG
Malestar entre los deportistas
El equipo de gobierno municipal descartó desde un primer momento que la celebración fuera en el Estadi Olímpic Lluís Companys, principal escenario de los Juegos en 1992. En vez de esto, optó por una fiesta popular en plaza Catalunya, con tal de abaratar costes y evitar un fiasco. La discreción del homenaje no sentó bien a los deportistas que participaron en las Olimpiadas.
Fermín Cacho, que ganó la medalla de oro en los 1.500 metros en 1992, ha sido de los más contundentes: “Colau frena los homenajes”. Jordi Vallverdú, que era vicepresidente de la Diputación de Barcelona hace 25 años y miembro del comité ejecutivo de la candidatura, explica que hubo “discusiones internas” en el gobierno municipal sobre la conmemoración.
Cuando se organizó, PSC compartía gobierno con el partido de Colau, BComú, y reclamaba un mayor reconocimiento por el evento, capitaneado por el entonces alcalde, el socialista Pasqual Maragall.