Pimec ha insistido en la defensa al derecho a decidir que la patronal mantiene desde 2014. En el habitual encuentro anual con la prensa en vísperas de la Navidad, el presidente de la organización de pymes catalana, Josep González, ha recordado que su petición se canaliza a través de un referéndum pactado con el Estado.
Cuestión que se deberá tener en cuenta ante las elecciones que tendrán lugar el próximo 21 de diciembre y que presumiblemente marcarán un punto y aparte en el proceso independentista catalán. Pimec ha sido una de las organizaciones empresariales más cercanas al Gobierno en la última legislatura hasta que chocó con la unilateralidad. Ahora, hace un llamamiento a que el próximo Ejecutivo traiga estabilidad y tenga capacidad real de ejecutar sus propuestas.
Celeridad en la formación del Gobierno
“Hemos pasado una dura crisis y no nos podemos permitir mayores incertidumbres”, ha manifestado González. Una demanda que incluye la “máxima celeridad” en la conformación del nuevo Ejecutivo, aunque sea una cuestión si se tiene en cuenta la polarización del Parlamento catalán que apuntan los sondeos publicados.
También exige como una “obligación” abrir un diálogo entre Barcelona y Madrid. El empresario pide que “ambas partes sepan leer muy bien lo ocurrido y que trabajen para restablecer la normalidad”.
Mediación y agravios
Ha recordado las cartas que se mandaron a Jean-Claude Juncker, presidente del Parlamento Europeo; Mario Draghi, mandatario del Banco Central Europeo (BCE); y el Gobierno central después del 1-O en las que se pedía abrir un proceso de mediación. Una demanda que se extendió al PSC, PSOE y al Ayuntamiento de Barcelona. “Pero el diálogo brilló por su ausencia”, ha lamentado González.
Asimismo, ha reiterado sus denuncias de los “agravios que Cataluña aún tiene pendientes”. Perjuicios en materia de financiación y en inversión de infraestructuras, principalmente.
Censura las “decisiones judiciales desproporcionadas” que se han tomado. Pimec asegura que “lo ideal” en la campaña electoral es que “ningún candidato estuviera en la cárcel”. Hace, asimismo, una “defensa de las instituciones catalanas”. Es decir, que la aplicación del artículo 155 decaiga tras las elecciones.
El ‘despropósito’ de la fuga de empresas
González reconoce la gran preocupación empresarial en la recta final del procés. Las incertidumbres que se abrieron se canalizaron con la creación de cuentas espejo para sacar fuera de Cataluña las finanzas de las compañías y con un aluvión de preguntas a la patronal, que llevaron a confeccionar un “argumentario para remitir a las pymes”.
También derivaron en la fuga de empresas, un proceso “muy triste y lamentable” para el líder empresarial catalán. “En ese momento se abrieron demasiado las puertas para que salieran y ahora se pide que regresen, ha sido todo un despropósito”, ha manifestado.
Culpa tanto al Gobierno central como al catalán por la gestión que se hizo con la incertidumbre empresarial y pide que se “aprenda” de lo que ha pasado y se regrese a “una normalidad que no haga daño” lo antes posible.
Priorizar el pacto por la industria
Para el nuevo Ejecutivo que salga de las urnas el 21D, Pimec prioriza la ejecución del Pacto Nacional por la Industria. González ha recordado el consenso entre agentes sociales y partidos políticos de todos los colores para lanzarlo. “Fue completo, muy rico en contenido, calendarizado y con un coste determinado, pero no podemos evaluarlo desde el punto de vista de ejecución porqué ya se sabe cuánto duró Jordi Baiget como conseller de Empresa y Conocimiento”, ha declarado.
La patronal también reclama un nuevo sistema de financiación que tenga en cuenta el principio de ordinariedad y las “necesidades de cada territorio”.
Superávit de la patronal
El presidente de Pimec ha explicado que la patronal cerrará el ejercicio con un presupuesto de 15 millones de euros. El 49% de ellos viene de las cuotas, otro 30% de formación y el 21% de proyectos cofinanciados. Asegura que cerrará el año en superávit y con un crecimiento e socios del 10%, principalmente por el impulso de su división de Comercio tras la quiebra de la organización de esta materia de Foment del Treball.
“Acabaremos con 270 socios colectivos y con una plantilla de 168 personas, un ejercicio muy positivo”, ha concluido González.