Tres mandos de los Mossos d’Esquadra han sido imputados por un juez de Sabadell en la causa que investiga la presunta pasividad de la policía catalana durante el referéndum del 1-O. En concreto, el magistrado ha citado como investigados a un inspector jefe, un subinspector y al jefe de la comisaría de Santa Perpètua de Mogoda (Barcelona).
Los Mossos tienen cinco días para identificarlos. Después, serán citados por supuesta desobediencia en la escuela Pere Calders de Polinyà, habilitada como colegio electoral el 1 de octubre. Una denuncia de un particular los acusa de incumplir su deber de perseguir delitos. El juzgado también citará al director del centro educativo.
Además, el juez pide que se remitan las instrucciones que se entregaron por escrito a los agentes sobre su actuación durante el referéndum. Una decena de juzgados en Cataluña ha abierto diligencias por denuncias contra agentes de los Mossos por los mismos motivos.
Sin medios ni refuerzos
La presunta implicación de los tres mandos se desprende de la declaración de varios policías del cuerpo autonómico. Según ellos, las instrucciones que recibieron fueron las directrices del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC). La regla interna, redactada por el entonces mayor, Josep Lluís Trapero, ordenaba precintar los colegios y retirar las urnas.
Sin embargo, los agentes relataron que al describir la situación en los puntos de votación a sus superiores, no les enviaron refuerzos y que tampoco disponían de cintas para precintar ni vehículos para llevarse las urnas.