El cierre de las delegaciones de la Generalitat en el exterior --conocidas popularmente como embajadas-- ha provocado el cese de 33 trabajadores, que la Generalitat no ha reubicado en otros destinos, tal y como le solicitó el Ministerio de Exteriores.
Los ceses de los 33 trabajadores --contratados en 13 de las 14 delegaciones de la Generalitat en el exterior-- han sido firmados por Aleix Villatoro, el secretario general de la Consejería de Asuntos y Relaciones Institucionales y Exteriores y Transparencia que dirigía Raül Romeva, actualmente en prisión preventiva. Villatoro ha dirigido una carta a cada uno de ellos en las que les comunica el cese en sus funciones.
Todas las personas cesadas eran personal contratado por la Generalitat a la que se ofreció la posibilidad de que fueran reubicados en otros organismos no afectados por el cierre de las delegaciones en el exteriordecretado en aplicación del artículo 155 de la Constitución.
Villatoro no los reubica
Así, Exteriores ofreció a Villatoro que presentara, antes del 28 de noviembre, un plan de reubicación de estos trabajadores en organismos de acción cultural o en el Instituto Ramon Llull, un extremo que no ha cumplido el secretario general de la Consejería de Asuntos y Relaciones Institucionales y Exteriores y Transparencia, lo que provocado el cese de los trabajadores.
El pasado 27 de octubre, el Gobierno ordenó el cierre de las oficinas que la Generalitat de Cataluña tenía en el extranjero, salvo la de Bruselas ante la Unión Europea, una decisión que tomó después de que el Senado autorizara al Ejecutivo a aplicar el artículo 155 de la Constitución para devolver la legalidad constitucional y estatutaria a Cataluña.