Se acerca la campaña electoral en Cataluña y ello se evidencia en los mensajes de los dirigentes, también en los municipales. El primer teniente de alcalde de Barcelona, Gerardo Pisarello, se limitó a repetir, cuando tuvo ocasión, la frase “se nota que ya estamos en campaña” --curiosamente, siempre tras la intervención de los socialistas--, tanto en la comisión de Economía en la que se aprobaron los presupuestos de Barcelona como en el pleno de noviembre, celebrado el pasado viernes.
Precisamente la líder de su grupo y alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha plantado los quehaceres a los que tenía que responder como presidenta del Área Metropolitana de Barcelona (AMB) y ha evitado acudir a la junta de gobierno y al consejo metropolitano que se celebraban este martes.
Comisión única
Y lo ha hecho para acompañar a su mano derecha, Gerardo Pisarello, al encuentro para el impulso de la innovación y la investigación en Barcelona --hasta ahora bajo el liderazgo del socialista Jaume Collboni-- en un acto con una clara intención propagandística para Barcelona en Comú (BComú) en los días previos a la recta final para que arranque la campaña el próximo martes, 5 de diciembre.
Es, precisamente, la misma fecha en la que Colau ha previsto celebrar las comisiones municipales previas al pleno de diciembre. Esta vez, con varios cambios. El primero, que se llevarán a cabo todas el mismo día, cuando normalmente se dividen en dos jornadas.
En estas 48 horas se fragmentan la comisión de Economía y Hacienda; la de Derechos Sociales, Cultura y Deporte; la de Presidencia, Derechos de la Ciudadanía, Participación, Seguridad y Prevención, y la de Ecología, Urbanismo y Movilidad. Cada comisión ocupa una mañana o una tarde enteras.
También modifica el pleno
El martes de la semana que viene, cada formación municipal podrá presentar únicamente una propuesta y un ruego, con lo que estarán más limitadas que en las sesiones habituales, y podrán ser de cualquier temática, lo que implica que no necesariamente tendrán que clasificarse en los aspectos que marca cada sesión.
La comisión única del 5 de diciembre, además, se ha adelantado dos semanas al pleno de diciembre, cuando normalmente se realiza una semana antes. Una decisión que ha obligado a todos los grupos de la oposición a presentar sus propuestas sin apenas tiempo entre una sesión (el último pleno fue hace cuatro días) y otra.
Además, el pleno de diciembre tenía que celebrarse el último viernes de mes, día 29, como norma general, pero la alcaldesa lo ha avanzado al viernes 22, justo un día después de las elecciones generales. De esta forma, Colau ha hecho por liberar de su agenda todas las actividades relacionadas con el Ayuntamiento de Barcelona en fechas electorales para, pasada la vorágine, poder recibir las vacaciones de Navidad.