El sumario que instruye el juez número 13 de Barcelona, Juan Antonio Ramírez, sobre los hechos que precedieron al 1-O recoge al menos una conversación telefónica y una posterior cita que establece el exjuez y exsenador de ERC Santiago Vidal con una prestigioso bufete de abogados escocés. Vidal está siendo investigado por haber manifestado que disponía “de forma ilegal” de un censo de datos personales de todos los catalanes.

La interlocutora de Vidal es la letrada británica Laura Stanic, experta en derecho internacional y arbitraje y colaboradora del Gobierno de Escocia.

Estrategia procesal

Tras analizar los mensajes, la Guardia Civil expone en un informe enmarcado en el llamado Caso Anubis que Vidal estaba tratando de establecer una estrategia procesal con la ayuda de esos abogados. La interceptación telefónica se produjo el 13 de julio a las 17.32.

En ese mismo informe, los agentes relatan una conversación intervenida al exjuez. En ella, el 29 de julio a las tres de la tarde, Vidal llama al restaurante Pomarada “identificándose como juez y más tarde como senador y para reservar una mesa para unas ocho o nueve personas”.

Comida con ERC

Llama la atención que Vidal se arroga la condición de juez y de senador cuando ya hacía meses que no era ni una cosa ni otra.

La Guardia Civil estuvo presente en ese restaurante y constató la identidad de los comensales. Se trataba de la práctica totalidad de los senadores de ERC.

El 28 de agosto, Vidal le dijo a un comunicante no identificado: “Continúo con el trabajo intelectual que me habéis encargado”.