El candidato del PSC a la presidencia de la Generalitat, Miquel Iceta, ha criticado que el Gobierno español haya acelerado la aprobación del nuevo cupo vasco, mientras que la reforma de financiación autonómica está pendiente desde 2014.
Iceta ha hecho estas reflexiones durante la presentación del libro Iceta. El estratega del Partido Socialista (Ediciones B), escrito por el periodista de La Vanguardia Raúl Montilla.
Vida y obra de un político que hace gala de su sentido del humor al asegurar que su madre insinuó que era demasiado pronto para hacer una biografía de su hijo.
Humor, improvisación...
Humor y capacidad de improvisación. Como la que demostró cuando se arrancó a bailar en un acto con el secretario general del PSOE, Miquel Iceta (Barcelona, 1960). “No estaba preparado”, ha confesado. Ya había hecho sus pinitos en algunos programas de televisión. “Me dijeron que eso me humanizaba, no supe qué pensar”, ha dicho. En esta campaña, dice, sus asesores le han prohibido bailar y gritar.
Iceta adora a su familia, de orígenes vascos y catalanes y que le inculcó la pasión por los idiomas. Un 12 de octubre hizo pública su homosexualidad. “Me daba mucha rabia ese día de la raza”, explica. “En mi familia había un compromiso cristiano muy profundo, de misa. Vengo de ese mundo, en el que la idea de justicia estaba muy presente. Y para mí el socialismo era lo que mejor representaba esa justicia”, ha explicado.
De la Química a la política
Abandonó la carrera de Químicas por la política. “Mi madre me decía que no me significara. Yo era de los más moderados en la universidad”, recuerda. Pero llegó el 23F y tuvo que utilizar su Seat 600 para ir a buscar las fichas de los militantes socialistas de su agrupación.
Gracias a su dominio del catalán y al esfuerzo de los alcaldes del Barcelonès y del Baix Llobregat --zonas eminentemente castellanohablantes-- por defender esa lengua en la militancia socialista, comenzó a ascender en el partido. “Ahora que alguien quiere pasar el hacha por la unidad de los catalanes, quiero reconocer la labor de esos alcaldes por hacer suya la lengua catalana”.
El primer secretario del PSC recuerda su apuesta por reivindicar las luchas obreras de ese cinturón rojo, pero también por su transformación. Sirvan de ejemplo Cornellà y L’Hospitalet de Llobregat.
"La época de los sustos"
Iceta, según refleja el libro, ha pasado por todas las turbulencias socialistas y territoriales imaginable. “Crisis del PSOE, crisis del PSC, crisis de PSOE con PSC, crisis española, crisis catalana, crisis entre España y Cataluña...”, recuerda el escritor. Hombre de confianza de Narcís Serra en la Moncloa, vivió la llamada “época de los sustos” (GAL, Roldán escuchas ilegales...), cuando cada noche iba a la puerta del Sol a ver qué publicaba El Mundo.
Una época dorada del PSC en Madrid en la que el partido quería participar en el progreso de toda España, pero, ha bromeado, “me daba la sensación que los negocios se hacían el fin de semana, cuando los catalanes nos volvíamos a casa”.
Recuerda el convulso congreso de Sitges, cuando los “capitanes” tomaron el control del PSC. “Intentamos romper con el encorsetamiento del partido, que creo que todavía arrastramos”. Miquel Iceta rechaza las unanimidades y defiende el debate, aunque eso tenga un coste mediático.
Maragall, Manuela de Madre...
Respecto al Gobierno tripartito (2003-2010), ha asegurado que aprendió mucho de Pasqual Maragall y Manuela de Madre. “Nunca perdimos una votación en el Parlament, y éramos tres partidos. Comparado con lo de hoy. El capital físico de nuestro país, las tres emes (médicos, maestros y Mossos) es obra nuestra”. Había muchas ganas de alternancia, ha recordado, tras 23 años de pujolismo. “Para muchos, el cambio debió producirse en 1999. Esos cuatro años explica algunas deficiencias. Falta perspectiva para valorar aquella visión de que lo que es bueno para Barcelona es bueno para Cataluña y para España o el federalismo asimétrico. Aunque también se nos cayó el Carmel y reformamos el Estatut. Son cosas de las que uno aprende. Yo no puedo comprometerme a no equivocarme, pero sí a no repetir los mismos errores”.
Hoy “no me imagino un tripartito de ERC, comunes y PSC. Los acuerdos no pueden ser contorsiones antinaturales. ERC tiene en su horizonte la independencia que no liga con nosotros, que tenemos un proyecto para toda España. Con los comunes, teníamos un pacto en Barcelona que ellos han roto unilateralmente. Los acuerdos se explican mirando a los ojos de los ciudadanos”.
Ganas de ser candidato a la Generalitat
Ha confesado sus diferencias con la fallecida Carme Chacón, cuando ésta quiso aspirar a la secretaría general del PSOE, muy apoyada por el socialismo andaluz. “Yo no lo veía claro. Estuvo a punto de serlo. Sabíamos que tenía una cardiopatía, pero era una mujer que llevaba su vida al extremo”, ha recordado.
Hace dos años, Iceta se presentó como candidato en las elecciones catalanas “porque era un obligación. Pero ahora tengo ganas de serlo, de ser presidente”.
“No esperaremos a que haya un reforma constitucional para hacer cosas. Cataluña no puede esperar tanto”, ha dicho. En este sentido, se ha referido a la veloz del renovación del cupo vasco, aprobada hoy, mientras que la nueva financiación autonómica está pendiente desde 2014. “Creo que hay desidia por parte del Gobierno español, la resistencia a cambiar cosas, y eso ha sido parte del problema que tenemos en Cataluña”, ha denunciado.