Ada Colau rompe con el PSC solo a medias

Consideraron intolerable mantener un pacto de gobierno con el PSC por su apoyo a la aplicación del artículo 155 en Cataluña, pero no en todos los casos. Los partidos independentistas representados en el Ayuntamiento de Barcelona dedicaron la mayor parte de sus intervenciones de los últimos plenos municipales al soberanismo y a criticar a Ada Colau por su alianza con el socialista Jaume Collboni.

Alfred Bosch (ERC) y el exalcalde convergente Xavier Trias (PDeCAT) tendieron la mano a la alcaldesa de Barcelona para, según sus palabras, garantizar la gobernabilidad, animándola a romper el acuerdo que firmó hace un año y medio con el dirigente socialista municipal.

Aritmética imposible

Colau rechazó un tripartito y puso la pelota en el tejado de las bases de su partido, quienes, tras una consulta de tres días en la que participaron 3.800 afiliados, optaron por desvincularse del partido socialista. Un total de 2.059 votos (el 54,18%) fueron los decisivos para la ruptura, mientras que 1.736 simpatizantes de BComú (el 45,68%) votaron por mantener la alianza.

El consistorio barcelonés se ha transformado en un territorio comanche con una aritmética prácticamente imposible y un ejecutivo municipal que gobierna con una minoría nunca vista anteriormente en la historia de la democracia de la ciudad. Los 11 concejales de Barcelona en Comú pretenden gobernar en solitario y los cuatro del PSC pasan a engrosar las mayoritarias filas de la oposición.

Sin embargo, la situación en el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) presenta una realidad totalmente contraria. Quien tiene mayoría es, precisamente, el PSC (34 de los 90 representantes) y el actual equipo gobierno está formado por ellos, junto a Esquerra Republicana de Catalunya y los comunes, que en el AMB se denomina Entesa.

“Nadie lo hará”

“El gobierno no tiene previsto ningún cambio en el Área Metropolitana de Barcelona”, ha dicho un portavoz de la alcaldesa de Barcelona a preguntas de este medio. En la misma línea se ha manifestado el grupo de Alfred Bosch, que ante una idea de ruptura sostiene que “planteárselo, se lo ha planteado todo el mundo pero hacerlo, nadie lo hará”. Porque es algo que tiene que discutirse con todos los alcaldes y porque consideran el AMB una administración de segundo grado.

La formación de Jaume Collboni asegura que “todavía está muy reciente lo que ha pasado a nivel local” y, por lo tanto, no pueden decantarse por qué pasará en un futuro no muy lejano con la situación actual, pero el ex teniente de alcalde socialista vaticina que la separación con los comunes tendrá repercusiones. Una portavoz del partido añade que “si ERC considera que el PSC es tan malo, que salga del área” y que, al igual que ocurrió en el ayuntamiento, si el pacto se rompe no será por iniciativa socialista.