El expresidente Artur Mas conversa con el presidente de la Assemblea Nacional Catalana (ANC), Jordi Sànchez, ante la sede del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña / EFE

El expresidente Artur Mas conversa con el presidente de la Assemblea Nacional Catalana (ANC), Jordi Sànchez, ante la sede del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña / EFE

Política

Hacienda espera a Artur Mas con los brazos abiertos

La donación que ha permitido al expresidente pagar 2,2 millones al Tribunal de Cuentas puede costarle 300.000 euros (impuesto de donaciones) o 1,2 millones (IRPF)

13 noviembre, 2017 20:30

La solidaridad del independentismo ha permitido a Artur Mas entregar parte de la fianza exigida por el Tribunal de Cuentas por haber organizado la consulta del 9 de noviembre de 2014. El expresidente ha abonado 2,2 millones de los 5,5 millones que este órgano fiscalizador de las cuentas públicas le reclama.

El dinero pagado procede de las donaciones recaudadas por las entidades soberanistas Assemblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium Cultural. Y si costoso ha sido para Mas hacer frente a esas responsabilidades pecuniarias, igualmente gravoso es el mazazo fiscal que le espera.

Existen varios escenarios tributarios posibles que analiza para Crónica Global el abogado, profesor de Derecho Financiero de la Universidad Abat Oliba CEU y miembro de la Sección de Derechos y Garantías y Práctica Tributaria de la Aedaf (Asociación Española de Asesores Fiscales), Esaú Alarcón.

La ANC se libra en todos los casos

“En principio, la ANC actuaría como intermediaria entre aportantes (particulares) y Artur Mas. La entidad recibe el dinero en depósito, que entrega al expresidente para la fianza. En ese caso, no es la ANC la que efectúa una donación, con lo que no hay efectos tributarios para ella”, indica.

Sin embargo, ese papel de intermediación genera dos posibilidades. Por un lado, que se considere que las aportaciones particulares a Mas sean una donación (considerando a todos los donantes como personas sin vínculo familiar). “En tal caso, el expresidente de la Generalitat debería haber presentado, en el plazo de un mes desde la donación, miles de autoliquidaciones del Impuesto sobre Donaciones ante la Agencia Tributaria Catalana (ATC), que lógicamente no ha presentado”, explica Alarcón. El total a ingresar en condiciones normales por la suma de todas las donaciones (2,2 millones) serían unos 300.000 euros.

Ganancia patrimonial

Pero, por otro lado, podría ser que dichas aportaciones no fueran donación. “En este caso, en la declaración de renta de 2017 (que se debe presentar antes del 30 de junio del año próximo), Artur Mas tendría que incluir la cantidad recibida --los 2,2 millones-- como una renta. Tributaría al 51,5% es decir, 1,2 millones de euros”, advierte el experto. El IRPF es gestionado por la Agencia Tributaria Española, no la ATC. Existe una consulta a la Dirección General de Tributos sobre un caso muy parecido que puede leerse en este enlace.

Existe una última posibilidad, que la ANC no actúe como intermediaria. “Supongamos que la ANC ha firmado un contrato por el cual le entrega el dinero a Artur Mas pero con una cláusula de resolución en caso de devolución de la fianza. En este supuesto, se trataría de un préstamo, pero entonces eso significa que la que ha recibido la donación es la Assemblea. Como la ANC no es una persona física sino una sociedad, tributaría entonces por lo recibido al 25% en el Impuesto sobre Sociedades, es decir, 550.000 euros, a liquidar en 2018”.