Causa contra el alcalde de Reus (Tarragona), Carles Pellicer (PDeCAT) y varios concejales del PDeCAT, ERC la CUP y Ara Reus por un delito de odio al Cuerpo Nacional de Policía (CNP). Un juez del Juzgado número 2 ha admitido a trámite la denuncia de la policía en la que se acusa tanto al alcalde como a los ediles de "hostigación" y de "invitar a marcharse a los agentes" de los hoteles de la ciudad costera. En la causa también fuiguran bomberos y ciudadanos a pie.
Además del munícipe, la denuncia se dirige contra la teniente de alcalde Montserrat Vidella (PDeCAT); el portavoz del grupo municipal de Ara Reus, Jordi Cervera; la de ERC, Noemí Llauradó, y la de la CUP, Marta Llorens, así como a la concejal de la CUP Mariona Quadrada.
Los hechos que se investigan se remontan al 4 de octubre y se centran en el manifiesto público firmado por estas cuatro formaciones políticas en las que se pedía a la Policía Nacional que abandonara la ciudad días después de la votación en el referéndum ilegal del 1-O. Los políticos municipales sugirireron a los empresarios hoteleros que les negaran las habitaciones como respuesta a las cargas policiales de la consulta secesionista.
La gota que colma el vaso
El equipo de Gobierno hizo público un manifiesto en el que criticaban que "los que forman parte de las unidades empleadas a estas acusaciones convivan en nuestro vecindario". Pidieron al Ministerio de Interior que retirara a las fuerzas de seguridad de Cataluña.
Este momento fue la gota que colmó el vaso. Días antes vecinos de la localidad tarraconense protestaron diariamente frente al Hotel Gaudí, en el centro de la localidad, donde se alojaba un contingente de antidisturbios. Asimismo apelaban a los hoteles de la ciudad del Baix Camp a "hacer lo que resulte adecuado y necesario para que de manera inmediata" los agentes abandonaran el municipio, como finalmente sí hicieron en octubre, cuando expiró el contrato.
"Lo volvería a hacer"
Tras conocer la denuncia, Pellicer ha asegurado que "volveríamos a firmar el manifiesto". Ha lamentado que la causa les acusa de un delito de odio "cuando lo que hicimos fue defender que no hubiese violencia en nuestras calles".
"Reus es una localidad pacífica en la que la convivencia se vio interrumoida por la llegada de los agentes".