La sala de gobierno del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) ha recibido un recurso firmado por el catedrático en derecho procesal y abogado de Carles Puigdemont, Jaume Alonso Cuevillas, en el que el expresident de la Generaliatat arremete contra toda la judicatura catalana. En ese recurso, no sólo recusa a los jueces miembros de la sala que admitió la querella contar él y su Gobierno --la que presentó el fiscal superior de Cataluña, José María Romero de Tejada--, sino que recusó también a la juez instructora, Mercedes Armas.
Les consideraba no aptos por “no cumplir los requisitos de independencia e imparcialidad desde el mismo momento que fueron elegidos para el cargo por el Conserjo General del Poder Judicial (CGPJ)”. No sólo eso, Cuevillas acompaña su texto con documentación jurídica entre la que se puede leer que la recusación “es extensible a todos los magistrados de la sala civil y penal”, sean cuales sean.
Así pues, Puigdemont, a través de sus abogados y en los recursos que forman parte ya del sumario que instruye el TSJC, pone en marcha el ventilador contra toda la cúpula judicial en Cataluña, lo que ha causado perplejidad y preocupación en los juzgados catalanes y en las asociaciones judiciales.
Tabla rasa
Puigdemont arremete contra los jueces catalanes como ya hiciera contra el Tribunal Constitucional (“tribunal político”, dijo), contra la fiscalía (“brazo ejecutor del Gobierno”), y contra la Audiencia Nacional, institución a la que atribuye reminiscencias franquistas y recentralizadoras.
En definitiva, no sólo sus discursos políticos, sino que sus escritos jurídicos y judiciales muestran un absoluto desapego de Puigdemont por el poder judicial español en su conjunto. Ese posicionamiento se produce sólo a 10 días de que la justicia belga se pronuncie sobre la orden de detención que contra el expresidente de a Generalitat ha dictado la juez Carmen Lamela, de la Audiencia Nacional.