No puede más. Jordi Sànchez ha acabado con su paciencia. El compañero de celda del presidente de la Assemblea Nacional Catalana (ANC), en la cárcel desde el pasado 16 de octubre por un delito de sedición junto al presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, se planta y ha pedido un cambio de compañeros de celda.
Según apunta el diario ABC, la dirección de la prisión de Soto del Real ha accedido a la petición del reo, cuyos principales argumentos son que es insoportable y que “está todo el día dando la matraca con el tema del independentismo”. También opina que Sànchez es “muy raro” en el ámbito personal y que le hacía sentir incómodo.
Problemas por chivato
Las mismas fuentes sostienen que la petición no ha dejado indiferente, ya que se trata de un preso de confianza de los designados entre los que muestran un mejor comportamiento para que acompañe a los recién llegados a la cárcel.
El mismo Sànchez se quejó a los funcionarios de prisiones porque un recluso de etnia gitana le enseñó el pene mientras el presidente de la ANC estaba comiendo. Uno de tantos de los que ha tenido encontronazos con él por chivato: también se quejó a los trabajadores del centro de que algunos gritaban “¡Viva España!” a su paso y entonaban Manolo Escobar o el Himno de la Legión.