Dos colaboradores cercanos de Oriol Junqueras (ERC) en la Consejería de Economía de la Generalitat escondieron voluntariamente al presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, y a su partido --el PDeCAT-- que la independencia de Cataluña era económicamente "inviable".
Así se infiere de una conversación telefónica intervenida el 30 de agosto por la Guardia Civil --en el marco de las investigaciones realizadas por el juzgado de instrucción número 13 de Barcelona al exjuez Santiago Vidal-- al secretario de Hacienda de la Generalitat, Lluís Salvadó, con un miembro del equipo de comunicación de la Generalitat, y que ha revelado este viernes El Mundo.
"Torear" a Puigdemont
En esa conversación se constata que los miembros del equipo de Junqueras consiguieron "torear" al equipo de confianza de Puigdemont para que no culparan al vicepresidente del Govern y a los republicanos del previsible fracaso del intento de secesión.
Los interlocutores comentan que "una tal Elsa" --probablemente Elsa Artadi, una de las principales asesoras económicas del president-- se iba a reunir ese mismo día con Salvadó "para que le explicara cómo estaba la situación económica en vista de poder proclamar la independencia en octubre tras la celebración del referéndum".
Evitar culpar a Junqueras
Salvadó --que en ese momento estaba reunido con Junqueras-- admitió que una Cataluña independiente era "del todo inviable" económicamente "dado que aún carecían de muchas cosas necesarias", como el "control aduanero" o un "banco propio". Pero decidió ocultar esa realidad a Elsa por el temor a que "el PDeCAT pudiera acusar al vicepresidente económico de que por su culpa no había podido declarar la independencia".
Así, Salvadó --que fue arrestado en la operación judicial del 20 de septiembre-- y su interlocutor acuerdan "torear" a Elsa "de la mejor forma posible para preparar una estrategia y ver qué explicación daban". Una situación que se confirma con una segunda llamada entre Salvadó y Elsa. Según el informe, los republicanos "de manera explícita dicen que lo que se pretende es 'dar confianza a la gente de cara al referéndum', no solo cambiar la bandera".