Un grupo de diputados contrarios a una declaración de independencia estarían planteándose no votarla si al final Carme Forcadell se abre a esta posibilidad. ERC asegura que Forcadell planteará las votaciones.
Entonces, hasta ocho diputados del PDeCAT podrían romper la disciplina de voto. Entre ellos podría encontrarse Marta Pascal, aunque su entorno lo niega rotundamente. Si estos diputados se abstienen o votan en contra, la DUI no tendría ninguna posibilidad de salir porque Junts pel Sí se quedaría con 53 diputados dejando al independentismo con sólo 63 diputados, los mismos que la oposición constitucionalista y Catalunya Sí que es Pot.
El empate
Deshacer el empate quedaría en manos del diputado no adscrito Germà Gordó, que acosado por los casos de corrupción se dio de baja de su partido, el PDeCAT. Gordó, sin embargo, sigue siendo un hombre cercano a Artur Mas.
Si tres diputados de Podem apoyan a los independentistas, tal como se especula, el respaldo a la DUI quedaría en 65/66 votos, por debajo de la mayoría.
Crisis interna
Todo ello es el resultado de la crisis interna del partido de Puigdemont. En el Consell Executiu de ayer, todos los consejeros republicanos se pronunciaron contra las elecciones autonómicas junto con Jordi Turull, rival de Pascal en el partido nacionalista. Se quedaron solos los consejeros del PDeCAT. Cuando Puigdemont hizo pública la posibilidad de convocatoria, dos diputados nacionalistas presentaron la dimisión: Albert Batalla, alcalde de La Seo d’Urgell y Jordi Cuminal.
Ambos forman parte de una plataforma que lleva meses planteándose la creación de un nuevo partido. En ella, se encuentran Miquel Buch, presidente de la ACM, Josep Rius, asesor de Puigdemont, o Mercè Homs, hermana del exconseller Francesc Homs. Hace unos días mantuvieron una reunión en Montserrat para tantear esta opción que parecía hacerse realidad ayer por la mañana, aunque se ha enfriado tras el paso atrás de Puigdemont.