La casa de los líos. El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, está escenificando la improvisación y la falta de control que tiene sobre la situación política actual. El representante del Ejecutivo catalán comparecerá finalmente en el Palau para explicar la decisión última de convocar elecciones antes de final de año.

Las últimas horas son extremadamente movidas en Cataluña. La cercanía de la aprobación del 155 en el Senado ha llevado al Govern a tomar medidas desesperadas. Y estas pasan por el adelanto electoral, en un intento de evitar el temido artículo de la Constitución.

Tras la reunión del Ejecutivo anoche y la continuidad esta mañana, el Gobierno autonómico ha decidido poner las urnas. Puigdemont tenía que explicar su decisión en la Generalitat a las 13.30, hora que ha retrasado posteriormente hasta las 14.30 antes de suspenderlo (los periodistas presentes habían sido invitados a dejar el lugar). Pero, en cuestión de minutos, ha reculado y fuentes de la Generalitat han confirmado que, finalmente, el president hablará en el Palau durante la tarde.

En busca de garantías

Por ahora, el Pleno del Parlament sigue convocado para las cinco de la tarde. El cúmulo de despropósitos oculta un último intento de contactos y gestos desde Cataluña y Madrid para suavizar el máximo posible esta situación. Puigdemont busca "garantías" de que el Estado no aplicará el artículo 155 en Cataluña.