El mayor de los Mossos d’Esquadra, Josep Lluís Trapero, defenderá la actuación del cuerpo los días 20 y 21 de septiembre hasta las últimas consecuencias. En su primera declaración en la Audiencia Nacional, donde acudió uniformado, el 6 de octubre, explicó ante la juez Carmen Lamela que la situación en ningún momento se les fue de las manos, que recibieron tarde la llamada de auxilio de la Guardia Civil y que les faltó tiempo para preparar mejor el dispositivo.
Los hechos investigados corresponden a las jornadas del 20 y 21 de septiembre, momento en el que una comitiva judicial y guardias civiles registraron varias dependencias de la Generalitat y detuvieron a 14 personas. En concreto, la declaración de Trapero coincide con la actuación de los Mossos ante el acorralamiento que sufrió esta comitiva, que estuvo varias horas sin poder salir del Departamento de Economía y que vio como algunos de los manifestantes destrozaron los tres vehículos de la Benemérita.
Los coches ya estaban rodeados
Trapero reconoció que si hubiesen podido “planificar” con algo más de tiempo “todo hubiese sido más fácil”. Negó, no obstante, que la situación se les fuese de las manos: “Como gestión de una concentración no se nos ha ido de las manos en ningún momento”, explicó, según se desprende de los audios de esa declaración, publicados por RAC1.
Otro de los fragmentos corresponde a la llamada de auxilio de la Guardia Civil, que pidió salir con los tres coches que había aparcado junto a la consejería. “Los coches estaban rodeados y les decimos que en ese momento es materialmente imposible entrar ahí para recuperarlos”, argumentó Trapero, quien añadió que los vehículos ya tenían las ruedas pinchadas. Terminaron totalmente destrozados, con los cristales rotos y pisoteados.
Exculpa a Sànchez y Cuixart
El mayor explicó también que, cuando tenían a punto el dispositivo para que la comitiva y los agentes saliesen del edificio, todos juntos por petición de la secretaria judicial, recibieron un aviso del interior de que, por “problemas informáticos”, era posible que pasaran allí toda la noche. Por eso dio “la orden” para desmontar el pasillo “de manera progresiva”.
Por otro lado, inquirido por la organización de esa manifestación, que derivó en acorralamiento, respondió que “ANC y Òmnium probablemente estaban detrás de parte de la gente”, pero que otra mucha “estaba a título individual”: “Que alguien esté detrás de todo, honestamente creo que no”. Es más, aseguró que el presidente de la ANC, Jordi Sànchez, hoy en Soto del Real acusado de sedición, medió entre manifestantes y agentes.
Finalmente, negó que algunos de los manifestantes intentasen entrar en Economía, como “interpretaron” los guardias civiles por las imágenes que veían a través de las cámaras de seguridad.