Los líderes de la Assemblea Nacional Catalana (ANC), Jordi Sánchez, y Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, se encuentran en módulos separados en la cárcel madrileña de Soto del Real, donde ingresaron el lunes por orden de la jueza de la Audiencia Nacional Carmen Lamela tras ser acusados de sedición, y alejados de reclusos famosos.
Según fuentes cercanas al centro penitenciario, uno de ellos está interno en el módulo 1 y el otro en el 4, separados de los presos más famosos como Jordi Pujol Ferrusola, el expresidente de la Comunidad de Madrid Ignacio González y el expresidente de la CEOE Gerardo Díaz Ferrán, que se encuentran en otros módulos, como el 8 y el 10.
En esta cárcel también están ingresados el expresidente de FC Barcelona Sandro Rosell y Driss Oukabir, hermano de uno de los terroristas abatidos por los atentados yihadistas en Barcelona y Cambrils de los días 17 y 18 de agosto. Anteriormente, han pasado por este centro el extesorero del PP Luis Bárcenas, el fallecido expresidente de Caja Madrid Miguel Blesa y el exbanquero Mario Conde.
Con presos primarios
Cuixart y Sánchez permanecen recluidos en módulos muy tranquilos, con presos primarios, es decir que delinquen por primera vez, con algunos de edad más avanzada o con internos en segundo grado.
A ninguno se le ha aplicado el protocolo de prevención de suicidio y a los dos se les sometió a los trámites habituales que se llevan a cabo para el ingreso en prisión.
La jornada diaria
Con 78.000 metros cuadrados y situada a 40 kilómetros al norte de Madrid, Soto del Real es la cárcel de referencia para los jueces de la Audiencia Nacional cuando decretan medidas preventivas de prisión. En total acoge a unos 1.300 internos.
La jornada en Soto del Real comienza a las ocho de la mañana con la limpieza de la celda y el desayuno. A las nueve están programadas actividades hasta la una de la tarde, la hora fijada para comer. La prisión establece un horario de descanso entre las dos de la tarde y las 16.30 horas para, a continuación, dar paso a otras actividades. A las ocho de la tarde, tras la cena, cada interno tiene que estar de nuevo en su celda.