Tan pronto se supo que la juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela había dictado el auto de libertad con cargos contra el mayor de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero, tanto en círculos sindicales como entre los comisarios y los agentes del cuerpo policial autonómico se impuso una pregunta: ¿la juez habrá suspendido o inhabilitado temporalmente al mayor dada la gravedad de los hechos imputados y en el marco de las medidas cautelares?
Los que pensaban que la eventual prisión para Trapero supondría allanar el camino para la aplicación del 155 y controlar a los Mossos se han equivocado. Al menos en los tiempos. El auto no hace referencia alguna a la orden de suspensión contra Trapero. La juez mantiene una imputación, pero no lo aparta del cargo, al menos en esta fase procesal.
Continuará en el cargo
Cabe preguntarse, a partir de este momento, si va a cambiar o no en algo el papel del Trapero al frente de los Mossos. Lo habitual en caso de imputación de un policía autonómico, y más cuando contra él pesan medidas cautelares, es que el departamento lo aparte transitoriamente del cargo o del destino.
Está por ver si el director general de seguridad, Pere Soler, se plantea alguna determinación sobre Trapero en este sentido, aunque las fuentes policiales consultadas lo descartan.
Trapero deberá comparecer cada 15 días ante la juez Carmen Lamela, y ha tenido que entregar su pasaporte. La Fiscalía había pedido contra él prisión incondicional.