Un centenar de abogados ha pedido al Consejo General de la Abogacía segregarse del Ilustre Colegio de Abogados de Barcelona (ICAB). Este grupo entiende que la junta de gobierno “no cumple con la obligación legal de neutralidad y defensa de la Constitución” respecto al proceso independentista.
En el escrito, al que ha tenido acceso Crónica Global y que ha sido impulsado por Ramon de Veciana, se acusa al ICAB de “favorecer los intereses profesionales de Jordi Pina, abogado defensor de la exconsejera de Enseñanza Irene Rigau en el juicio por el 9N y del presidente de la Assemblea Nacional Catalana (ANC), Jordi Sánchez, que ayer compareció en la Audiencia Nacional acusado de un supuesto delito de sedición.
Los firmantes reprochan al equipo de gobierno de la decana Maria Eugènia Gay que calificara de “aleatoria y discriminatoria” la actuación del Juzgado de Instrucción 13 el pasado 20 de septiembre, que se saldó con la detención de varios altos cargos de la Generalitat. Asimismo, recuerdan que el ICAB acusó a la Policía Nacional de crear “situaciones de violencia” el día del referéndum. Y rechazan la comisión de mediación creada en el colegio por entender que legitima a quienes defienden “postulados independentistas”.
"Escrupulosa neutralidad"
Fuentes del ICAB han restado importancia al escrito presentado ante el Consejo General de la Abogacía (CGA) al estar secundado, indican, por un grupo de colegiados minoritario. Aseguran a este medio que el colegio practica una escrupulosa neutralidad y que "el llamamiento al diálogo" es su "obligación". En este sentido, afirman que la postura de la presidenta del CGA, Victoria Ortega, está en plena sintonía con la del ICAB. Sin embargo, un grupo de consejeros es favorable a pedir la celebración de un Pleno extraordinario para hablar de este asunto.
Respecto al papel del vicedecano, estas fuentes subrayan que el letrado “sabe separar perfectamente entre su papel institucional y su actividad privada”.
Los firmantes piden al consejo que inicie los trámites pata instar un procedimiento que concluya con la segregación del ICAB en dos colegios, o bien en “la creación de una delegación que permita a los que no compartan los postulados políticos del ICAB, dejar de pertenecer al mismo sin perder su condición de abogados de Barcelona”.