La Asamblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium Cultural se han movido muy rápido tras el anuncio de la juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela de decretar la prisión sin fianza a sus líderes, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, acusados de sedición. Han convocado una reunión este martes a las 9.30 horas de la Mesa por la Democrácia para intentar forzar un nuevo paro de país para el día siguiente, indican sus miembros. Es decir, repetir el 3-O.
De nuevo, intentan arrastrar a los principales sindicatos catalanes, UGT y CCOO de Cataluña, y Pimec y Cecot, las dos patronales que aceptaron sentarse en este ámbito de representatividad transversal que nació para “dar una respuesta unitaria en defensa de las instituciones catalanas, los derechos fundamentales y el derecho que tiene el pueblo catalán para decidir su futuro político y democrático”. Así lo aseguraron en su constitución el pasado 27 de septiembre.
Convocatoria de la huelga general
Estas cuatro son las organizaciones más representativas de la Mesa por la Democracia. También están presentes la Federación de padres y madres de Cataluña, Unió de Pagesos, el Consejo nacional de la juventud o la Federación catalana de Escultismo y Guía, entre otros.
Cabe tener en cuenta que ya existe una huelga general convocada para esa jornada. La promovió Intersindical Alternativa de Cataluña (IAC) como acción “preventiva por si se vuelve a repetir la presión policial”.
Tensiones internas en los sindicatos
Los grandes sindicatos reconocen que las tensiones internas que generó el 3-O propician que no se repita, pero entre la hora en la que se ha convocado y el inicio de la reunión no hay tiempo material para mantener un debate con garantías para fijar una posición mayoritaria, añaden. Se repite la fórmula usada en el anterior paro de país, algo que ya estaba en las previsiones de las organizaciones de representatividad laboral. La única directriz clara es que las protestas no se circunscriban exclusivamente en el ámbito laboral.
Su opción preferida, según los mismos interlocutores, sería apostar por algún tipo de concentración como la que ANC y Òmnium Cultural han convocado para las 12 del mediodía en todos los centros de trabajo. Pero las entidades independentistas quieren ir un paso más allá.
El papel de la Generalitat
La Generalitat es quien tiene la llave para conseguir que el paro de país que se intenta promover tenga éxito. También puede repetir el esquema del 3-O y que la conselleria de Trabajo, liderada por Dolors Bassa (ERC), decrete otra vez unos servicios mínimos que impliquen la práctica paralización de los transportes públicos catalanes.
El Gobierno catalán también promovió una día de libranza retribuida para propiciar que los trabajadores públicos se unieran a las manifestaciones que se improvisaron. Pero que pueda finalmente pagar está en el aire. El Ministerio de Hacienda, que fiscaliza en las finanzas públicas catalanas, ha manifestado que se opone a esta política. Fuentes judiciales avisan que se incurriría en un delito de prevaricación si se abonara un día que no se trabajó.