El Tribunal de Cuentas impuso al expresidente de la Generalitat Artur Mas, la multa de 5,25 millones de euros por el uso de fondos públicos para la organización del referéndum del 9 de noviembre de 2014, y el próximo 20 de octubre se cumple el plazo en el que debería pagarlo para evitar ser embargado. Pero Mas tiene un grave problema: CaixaBank y Mutua Madrileña le han negado el apoyo financiero.
Según han confirmado fuentes oficiales, Artur Mas pidió días atrás a SegurCaixa Adeslas --la aseguradora participada al 50% por el banco catalán y la compañía madrileña-- la ejecución del seguro de responsabilidad civil que la Generalitat tiene suscrito con el grupo financiero para proteger a todos sus funcionarios de posibles riesgos.
Respuesta negativa
El motivo de la negativa de la entidad financiera, es que la póliza de responsabilidad civil firmada con la Generalitat no incluye entre los riesgos la organización de lo que se llamó un proceso participativo sobre la independencia de Cataluña. En consecuencia, Mas no puede usar este producto financiero de SegurCaixa Adeslas para cumplir con sus obligaciones dinerarias. La compañía ha rechazado cubrir su fianza porque “hechos como los que motivan la sanción [del Tribunal de Cuentas] están excluidos en los condicionados de la póliza”, según ha podido saber este medio.
Según confirma El Confidencial, otras fuentes señalan que el expresidente también ha intentado que CaixaBank le diera un aval para cubrir los 5,2 millones que adeuda al Estado. Pero Mas --que ha iniciado una colecta entre los miembros de su partido y las personas afines al independentismo para recaudar el dinero-- no dispone aparentemente de garantías suficientes para que el banco le facilite una línea de financiación. En concreto, tan solo cuenta oficialmente con un piso en la Ciudad Condal, insuficiente para llegar a la cantidad requerida.