Nuevo mazazo contra el procés. Criteria y la Fundación La Caixa también se trasladan. Tras el anuncio del viernes del cambio de la sede social de Caixabank de Barcelona a Valencia, el holding también se va de Cataluña. En este caso, se instalará en Palma (Islas Baleares), tal y como ha informado este sábado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

La decisión tomada el viernes es de carácter temporal y responde a la voluntad de “preservar sus intereses empresariales y sociales así como la operativa normal”. Ha sido la “situación en Cataluña” la que ha motivado el cambio.

Sin mover a la plantilla

El traslado afecta tanto a la Fundación Bancaria La Caixa como a CriteriaCaixa, sociedad holding de inversiones no cotizada, el mayor grupo industrial de España, que gestiona el patrimonio de la misma por el cumplimiento de su compromiso social y fundacional.

No implica el traslado de personas ni de centros o servicios corporativos. La Fundación Bancaria La Caixa gestiona de forma directa la Obra Social que se financia con los dividendos obtenidos de CriteriaCaixa.

500 millones anuales

En 2017, la entidad está invirtiendo 510 millones de euros en el impulso de programas sociales, educativos, culturales y de investigación, dirigidos a ofrecer más oportunidades a las personas que más lo necesitan y a promover el bienestar y el progreso de la sociedad.

Anualmente, promueve más de 50.000 iniciativas, de las que se benefician cerca de 10,5 millones de personas. CriteriaCaixa, a su vez, se nutre de los dividendos que recibe a partir de la gestión activa de una cartera compuesta por participaciones accionariales en sectores estratégicos, como son el bancario, el energético, las infraestructuras, los servicios y el negocio inmobiliario.

Una semana convulsa

El movimiento del holding de La Caixa es el colofón de las decisiones adoptadas en la segunda parte de esta semana, tras el referéndum del domingo pasado --con las imágenes de las cargas policiales dando la vuelta al mundo--  y la huelga general política lanzada desde la propia Generalitat y sus aledaños, lo que había creado una situación insólita en el país.

Banco Sabadell y Caixabank, sometidos ambos a la disciplina del BCE, cuya política monetaria y bancaria les ampara, fueron los primeros en anunciar su cambio de sede para asegurar la permanencia en la zona euro y mantener las máximas garantías sobre los intereses de sus clientes.