La CUP llama a los catalanes a hacer un boicot a las grandes entidades financieras que operan en el territorio. Lo ha hecho tras el anuncio de la reunión extraordinaria del consejo de administración de Banco Sabadell para llevar su sede social fuera de Cataluña y garantizar que su operativa se queda bajo el paraguas del Banco Central Europeo sea cuál sea el desenlace del procés.
Los antisistema proponen como alternativa trasladar los ahorros a cooperativas de servicios financieros. Critican, como es el caso de la diputada y concejal Eulàlia Reguant, que “preserven intereses de unos pocos” tal y como ha reivindicado en las redes sociales. Una apreciación que olvida que la inmensa mayoría de sus clientes está fuera de Cataluña.
Petición a la Generalitat
No es la primera ocasión en la que la CUP hace un llamamiento en este sentido. En el marco de su campaña a favor del referéndum, Reguant instó a la Generalitat a dejar de trabajar con el BBVA, Caixabank y Banco Sabadell.
Estas tres entidades son las que más servicios financieros prestan al Gobierno catalán, especialmente el banco presidido por Francisco González al heredar las cuentas que la Generalitat mantenía con CatalunyaCaixa.
De hecho, sólo BBVA, Caixabank y el Sabadell han pujado en los últimos ejercicios por el contrato de tesorería centralizada (cash-pooling) del Govern. Un servicio que se presta con el mismo modelo desde 2013 y que implica gestionar operaciones por unos 4.000 millones de euros. La concesión está valorada en 1,5 millones anuales.