Los organizadores de las entradas en las escuelas catalanas para garantizar que a partir de las nueve de la mañana de este domingo puede empezar la votación del 1-O piden que se “garantice ser mucha gente de todas las edades” para poder ejercer la “resistencia pacífica” ante los agentes de los Mossos d’Esquadra, Guardia Civil o Policía Nacional que se personen en los centros electorales. Las instrucciones que se ha difundido es permanecer en las escuelas e institutos el máximo de tiempo posible y, si es posible, quedarse a dormir dentro.
Si no, es “imprescindible que todo el mundo esté en su colegio a las cinco de la mañana”. Recuerdan que en ninguno de los casos se organizarán puntos de votación fuera de los habilitados, tal y como dictaminaron la ANC y Òmnium Cultural. El Gobierno central dejó la puerta abierta a organizar votaciones simbólicas, pero los impulsores del 1-O mantienen que la convocatoria es un referéndum vinculante. No van a figurar. Quieren votar.
Cambios en la lista de centros electorales
A lo largo de la tarde de este sábado se han movilizado a través de las redes sociales. Han buscado a gente para entrar en el máximo número de colegios posibles. Los propios impulsores son conscientes de que no hay suficientes voluntarios para todos los centros, por lo que avisan de que la mejor opción para las personas que se encuentran con los puntos de votación cerrados es desplazarse a otro cercano que sí haya podido abrir.
El mapa electoral que se dibujó se ha alterado a lo largo de las últimas horas del sábado y la madrugada del domingo. Se han habilitado nuevas páginas web para informar a la ciudadanía de las modificaciones, pero la clausura de los portales que dan información sobre el referéndum ilegalizado ha propiciado que, de nuevo, las redes sociales sean el canal de comunicación preferido de los organizadores, que piden que todo se grabe y se difunda.
Consultas jurídicas
La única demanda han hecho es que los grupos que se habilitan sean “seguros” y que, ocurra lo que ocurra, se actúe “pacíficamente sin responder a ninguna provocación”. Incluso se ha difundido un teléfono para las consultas jurídicas que tengan las personas que participen en este dispositivo.
“El reto es que a las ocho de la mañana estén los colegios electorales abiertos” y que 12 horas después las urnas, que ya habrían llegado a los centros o se repartirán a lo largo de la noche, estén llenas. Por lo que siempre deberá haber gente dentro de los centros electorales. La “administración electoral”, cuyos representantes se desconocen, se personará las nueve de la mañana para intentar constituir las mesas y empezar la votación.
Llegar al millón de votos
Para ese momento, los centros deberán estar “limpio de pancartas y de restos de las actividades lúdicas” que se han organizado a lo largo de este sábado. Si la planificación falla y los colegios no se pueden abrir, los organizadores piden a los voluntarios que hagan sentadas o se queden en la puerta en señal de protesta. Entonces, intentarán mandar a más gente para presionar a los policías que hayan llegado allí o dirigirán a los votantes a otros centros electorales.
Tal y como indicó Jordi Sànchez, presidente de la ANC, la meta es llegar al millón de votos.