La convocatoria del referéndum del próximo domingo tendrá su repercusión en la llamada milla de oro de Barcelona, paseo de Gràcia. Los comerciantes de la zona han decidido alterar el horario que siguen de forma habitual los domingos de libre apertura en la ciudad. Una prerrogativa del sector que permite levantar las persianas de las tiendas ciertos festivos que se pacta a principios de año y que convierte en lectivo el 1-O. Sólo, eso sí, en los que se incluyen dentro de la declaración de localidad turística.
Fuentes cercanas a la organización Barcelona Oberta indican que tanto las marcas premium como las de consumo masivo han optado por una planificación prudente de la jornada en la que está convocado el referéndum. Han comunicado que retrasarán las horas de apertura y que cerrarán más temprano, aunque contemplan alterar estos planes si hay movilizaciones en el centro de la ciudad.
Recomendaciones de seguridad
Las decisiones organizativas se toman en esta ocasión de forma individual. Como el 1-O ha sido ilegalizado, ni patronales ni organizaciones sectoriales han publicado las recomendaciones de carácter electoral que suelen remitir a sus asociados cada vez que se convocan unos comicios.
Aunque la gestión de los turnos y el horario de ventas en esta ocasión está más vinculado a una cuestión de seguridad que a lo laboral, señalan los mismos interlocutores. Temen que se organicen protestas en el centro de Barcelona si no se puede ir a votar y se preparan ante este escenario.
Petición a Colau de confirmar el festivo
Esta disyuntiva también se ha analizado en la patronal de comerciantes Retailcat. La organización ha decidido pedir al Ayuntamiento de la capital catalana cambiar el día de libre apertura. Alegan que no será una buena jornada para las ventas y que es mejor convertir el 1-O en festivo y declarar lectivo otro domingo, como por ejemplo el 15 de octubre, el último día del puente del Pilar.
La organización ha mandado cartas a la alcaldesa, Ada Colau; al segundo teniente de alcalde, Jaume Collboni; y a la concejal de Comercio, Montserrat Ballarín.