El Gobierno central ha declinado presentar esta semana en Bruselas la candidatura de Barcelona para albergar la sede de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) tal y como estaba previsto. No se ha justificado de forma oficial el aplazamiento, aunque todas las fuentes consultadas coinciden en señalar que es “obvio” que la convocatoria del referéndum independentista del 1-O propicia la prórroga.
Con todo, el Ejecutivo central mantiene su apuesta para que la institución comunitaria con sede en Londres se traslade hasta la Torre Glóries, uno de los rascacielos más emblemáticos de la capital catalana que fue el headquarter de Agbar. La Comisión Europea aceptó la candidatura oficial el pasado 31 de julio.
La independencia resta a la candidatura
La ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, defendió la semana pasada que el 1-O no erosiona la alianza estratégica que mantienen con la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona para intentar llevar a la ciudad la EMA. Así se lo ha trasladado a los otros actores de este pacto, aunque son conscientes de que pasa factura una situación surrealista: se pretende captar para la capital de un territorio cuyos gobernantes reclaman su independencia a una institución comunitaria que huye del Brexit.
Es un elemento que resta oportunidades a la candidatura de Barcelona frente a las otras 18 ciudades que se han postulado por acoger a la EMA y a sus trabajadores. Entre ellas, Ámsterdam, Dublín y Estocolmo.