El periodista Jordi Évole ha puesto contra las cuerdas al presidente del Gobierno de Cataluña, Carles Puigdemont, a siete días del referéndum el próximo 1 de octubre. En una entrevista en el programa Salvados, el presidente catalán ha contestado una de las preguntas clave para la celebración de la votación: el papel de los Mossos d’Esquadra.

“Como todos los funcionarios, si tienen la orden de un juez deben hacer su trabajo”, ha contestado Puigdemont, para luego añadir una coletilla: “Si reciben el mandato de un juez para retirar las urnas y pueden hacerlo, deberán cumplir el mandato. Pero dudo que el 1-O, con millones de personas intentando votar, se pueda primear que la acción policial sea de retirar las urnas que están utilizando”.

El presidente de la Generalitat ha tachado de “poco probable e incluso poco sensato” la imagen de que los agentes de la policía catalana impidan la votación, aunque sea por orden judicial. Lo dijo antes de conocer la noticia de que el fiscal había puesto a los Mossos d’Esquadra bajo el mandato del Ministerio del Interior, ya que eso ocurrió el sábado y la entrevista fue grabada el viernes.

Todo previsto

Un educado Puigdemont ha respondido a todas las preguntas cediendo la palabra a su interlocutor, aunque no todas de la forma tan clara con la que ha contestado la primera: “¿Habrá referéndum?” “Sí”. Un referéndum para el que los ciudadanos todavía pueden recibir una carta en la que les obligue a participar en la mesa electoral “y si no llega, es porque ha habido algún incidente, como puede pasar en todas las convocatorias”.

 

 

La mesa, sin embargo, se formaría obedeciendo, en este caso sí, la ley electoral general: quien llega el primero al colegio electoral, será uno de los constituyentes. Habrá censo, también, porque “si convocamos un referéndum es porque todo lo que lo hace posible está previsto”, además de interventores de todas las fuerzas políticas.

No se rendirá

Puigdemont ha discrepado ante la propuesta de que no se está haciendo una campaña por el no. “Si no la hubiera, no tendríamos este operativo”, ha dicho refiriéndose a las acciones de la Guardia Civil de la semana pasada. No ha replicado el argumento de Évole: “Eso no es una campaña para que la gente vote que no, sino para que no se celebre el referéndum”.

El presidente independentista niega estar desobedeciendo la ley española. “No me gusta hablar en términos de desobediencia”, ha asegurado con una firmeza que ha provocado que el periodista fuera incapaz de contener la risa. No descarta una Declaración Unilateral de Independencia (DUI), pero asegura que no la tiene sobre la mesa y sostiene que la repetida frase “Esto va a acabar mal”, en su caso, sería “retirarse y rendirse”.

 

 

La hemeroteca de Évole ha puesto en varios aprietos al president. El primero, ante las palabras de su portavoz, Jordi Turull, al llamar “súbditos” a quienes no voten el 1-0. El segundo, tras ver un vídeo de Carme Forcadell como presidenta de la ANC asegurando que “Nuestro adversario es el Estado español, y Ciudadanos y el PP. El resto somos el pueblo catalán”. Al primero lo ha defendido. Con la segunda, ha tenido problemas.

Ni moción ni diálogo

No contempla una moción de censura a Rajoy por parte del PSOE y Podemos que logre apartar al presidente del Gobierno central y conseguir un nuevo escenario en el que se pueda alcanzar un referéndum a través del diálogo. Aunque añade que “si hay voluntad, la fecha y las preguntas no deben ser el problema”.

 

 

Tampoco teme ser detenido. “El fiscal creo que aventura esa posibilidad, pero no me gustaría. Si tiene que pasar, haremos frente a cualquier situación, pero no sería una buena idea de quien lo ordenase”.