La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha decidido saltarse la tradicional misa solemne de las fiestas de la Mercè, patrona de la Ciudad Condal. Y lo ha hecho para llegar a tiempo a Zaragoza e inaugurar la Asamblea de Cargos Públicos de Unidos Podemos, donde ha hecho un guiño al PSOE para evitar que Rajoy “arrase con Cataluña”.
Quienes sí han acudido a la misa este domingo han sido el presidente del Gobierno catalán, Carles Puigdemont, y el conseller de Interior, Joaquim Forn, que han coincidido en el mismo banco de la iglesia con el inspector general del Ejército, el general Fernando Aznar. Una imagen llamativa, tras los últimos acontecimientos ocurridos en torno a la coordinación entre cuerpos policiales de cara a evitar el referéndum del próximo 1 de octubre.
El propio arzobispo de Barcelona, el cardenal Juan José Omella, ha hecho un llamamiento a la serenidad en la línea de los dirigentes políticos catalanes para “evitar la confrontación, la violencia y el menosprecio por los otros” en unos momentos que ha calificado de "complejos".
Gritos de “Votaremos”
Colau ha vuelto de Zaragoza la misma mañana de este domingo, a tiempo para sumarse a la comitiva de la fiesta mayor barcelonesa. Junto a Puigdemont y Carme Forcadell, presidenta del Parlamento catalán, además de otras autoridades, ha paseado por las calles del centro de la capital catalana, donde la ciudadanía les ha recibido con gritos de “Votaremos”.
Forcadell se ha sumado a la comitiva, mientras que el teniente general Aznar y el delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo, se han retirado al salir del templo. En la plaza de la basílica de la Mercè, varios grupos de castellers han levantado pilares y han exhibido pancartas con los textos “Democracia” y “Sí”.