Los sindicatos catalanes se enfrentan a una nueva disyuntiva a propósito del procés. Su apoyo al derecho a decidir les ha llevado a situaciones en las que la línea que ha separado esta reivindicación de una defensa directa del independentismo ha sido tan fina que ha provocado bajas en los sectores no nacionalistas. Y tras movilizarse contra la operación judicial de este miércoles en Cataluña, ahora CCOO y UGT luchan para no verse arrastrados a la manifestación que ANC y Òmnium Cultural han anunciado para este domingo.
“Nosotros aún no hemos convocado nada”, indican fuentes cercanas al secretariado general encabezado por Javier Pacheco. La máxima del sindicato en este momento es que el 1-O no se ha convocado un referéndum vinculante y con garantías, una votación que reclaman como vía de solución del conflicto político catalán.
Petición a la Generalitat
Recuerdan que incluso en ese escenario su deber como organización de defensa de los derechos de los trabajadores es no posicionarse a favor del sí ni del no. Por eso consideran que no estarían “cómodos” en una protesta que fuera una simple “llamada independentista” capitaneada por ANC y Òmnium, el formato que se plantea para el próximo domingo.
“Sólo podremos participar en protestas donde también quepan los que votarían no”, indican los mismos interlocutores. Luchan con la Generalitat para que se organice bajo la bandera de la defensa de la democracia y contra lo que denominan “detenciones políticas”, pero por el momento no han llegado a ningún pacto con el Govern.
El presidente catalán, Carles Puigdemont, y el vicepresidente, Oriol Junqueras, tienen la petición sobre la mesa desde el mismo miércoles, cuando se reunieron con los secretarios generales de los sindicatos. Fuentes próximas al Ejecutivo indican que sería preferible que se uniesen a la manifestación porque ganaría transversalidad. Pero señalan que en este momento es difícil.
Debate y presiones en UGT
En UGT el debate es en el mismo sentido, aunque los sectores independentistas de este sindicato tienen más fuerza y han repercutido en la intensidad de la discusión y las presiones que han recibido. Se mantienen en las mismas tesis que CCOO y, por el momento, tampoco han confirmado su presencia en la protesta del domingo.
El entorno de Camil Ros indica que apoyan una “movilización en la calle” a favor de la democracia, pero sin ir más allá. Y eso incluye dejar de lado los centros de trabajo con el desmarque junto a CCOO de la petición de huelga general registrada por IAC --una organización sindical menor cuya principal presencia es en el sector de la educación a través de Ustec-- a la que se ha sumado CGT.
Algo que ya les ha convertido en la diana de sectores independentistas próximos a ERC. Y, de nuevo, es en UGT donde tienen mayor incidencia.