Codorníu ha anunciado la interposición de una denuncia por un “delito de calumnias” ante la Unidad de Delitos Económicos (Udef) de la Policía Nacional por las informaciones que se han publicado y vinculan a la familia Raventós con el procés. Los productores de cava y vino tranquilo aseguran que las noticias que han derivado en la petición de un boicot en las redes sociales son “falsas y calumniosas”.
Asimismo, deja claro que ni Codorníu ni ninguna otra empresa del grupo “ha participado, ni participan, ni participarán en nada relativo al proceso soberanista en Cataluña o al referéndum independentista”.
Distancias con Unipost
También se desmarca de Unipost, donde la Guardia Civil ha localizado material relacionado con la organización del 1-O en la oficina de la empresa de mensajería en Terrassa (Barcelona). Sus portavoces dejan claro que la sociedad no forma parte del conglomerado empresarial del grupo.
Reconocen que unos “accionistas minoritarios del Grupo Codorníu que no trabajan en la empresa” tienen “a título individual acciones de Unipost”.
La empresa de mensajería estaba presidida por Antón Raventós Raventós y Pablo Raventós Sáenz ejercía de director general en el momento en que presentó el concurso voluntario de acreedores a mediados de julio. El bufete Jausas Legal y Tributario se convirtió en su administrador concursal por decisión del Juzgado Mercantil número 7 de Barcelona, que tramita la insolvencia.
Toma de decisiones
Pero esto no supone que la multinacional trabaje ni participe de forma directa o indirecta en la en la “toma de decisiones de Unipost ni en lo que haga o pueda hacer esta sociedad o cualquier otra en la que participen dichos accionistas”.
Los portavoces de Codorníu manifiestan que “ninguna de las empresas que lo forman han participado o participa en la distribución de propaganda, notificaciones para las mesas electorales o, en general, en el proceso soberanista catalán”.