El diputado de ERC en el Congreso de los Diputados, Gabriel Rufián, ha experimentado en sus propias carnes cibernáuticas el llamado efecto Streisand, según el cual, una crítica en las redes sociales tiene un resultado diferente al perseguido. El republicano arremetió en Twitter contra un cartel del PSC alusivo a la campaña de esta formación contra el referéndum del 1 de octubre. “Conmigo que no cuenten”, reza el lema. Pero en esa pancarta, colgada en una caseta de L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona) se escribió la palabra “Conmingo” en lugar de “Conmigo”.
Rufián se burló de esta errata, pero sin pretenderlo, ha proporcionado a los socialistas una visibilidad imprevista.
El cachondeo en las redes se ha visto alentado por la creación del perfil @mingosociata, donde un tal “Mingo” recibe numerosas muestras de apoyo. El hashtag #totssommingo ya es trending topic