El acto institucional de la Diada ha tenido poco de institucional y mucho de político. La celebración ha servido, entre otras cuestiones, para hacer un compendio de los supuestos agravios que durante más de trescientos años ha sufrido Cataluña por parte del Estado. Como un gota a gota, e intercalando las críticas con otras reivindicaciones de carácter más universal --como son la crisis de los refugiados, los derechos de los transexuales o el ecologismo-- las tres actores encargados de vehicular el acto en el Centro Cultural del Born, Jordi Bosch, Míriam Iscla, Miriem Riera y el poeta Feliu Formosa, se han acordado también de los "ataques" al catalán de la ley conocida como Ley Wert del exministro de Educación José Ignacio Wert, la declaración de 1902 o la guerra de sucesión.
El momento cumbre del acto, que ha venido acompañado por los gritos espontáneos de "independencia" por parte del público, ha llegado cuando se ha reivindicado el derecho de autodeterminación de Cataluña como "el principal derecho de la colectividades". También se ha leído un discurso del que fue presidente de la Mancomunitat Catalana Enric Prat de la Riba, que a principios del siglo XX proclamaba "que la nación es nación aunque las leyes la tengan sujeta", y proclamaba que cada nacionalidad debe tener un Estado.
El acto de este año se celebra a menos de un mes para el referéndum del 1 de octubre, y en pleno enfrentamiento entre el Gobierno y la Generalitat, que está dispuesta a celebrar la votación pese a que el Tribunal Constitucional ha suspendido la ley del Parlament que la ampara.
Exigen a Colau que abra los colegios electorales
El acto ha tenido un fuerte componente político pese a que el Govern aseguró que se había organizado con el objetivo de que ningún partido se sintiera incómodo. De hecho, C's y PP rechazaron participar por el temor a que fuera una instrumentalización de cara al referéndum del 1 de octubre. Otros dirigentes que sí han asistido han sido la alcaldesa de Barcelona Ada Colau y su número dos Gerard Pisarello, o el líder del PSC Miquel Iceta.
La celebración en el Born ha finalizado con el Cant del Segadors y la presencia de los guardias de honor de los Mossos d'Esquadra.
Por lo que respecta a la marcha de antorchas desde La Ribera hasta el Fossar de les Moreres de Barcelona se han oído cánticos a favor de votar en Barcelona, pese a que el consisorio liderado por Colau ya ha explicado que no cedería espacios electorales para este fin. Han sido representantes del PDeCAT y ERC que han exigido a la alcaldesa de la capital catalana que abra los colegios electorales para el 1-O.