Con insólita celeridad, la sala de admisiones del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha decidido abrir diligencias de investigación contra Carles Puigdemont y Carme Forcadell. En ambos casos por delitos que podrían implicar el ingreso en prisión. En el caso de la presidenta del Parlament, la querella se acumula a las causas ya existentes.

La magistrada María Eugenia Alegret investiga desde hace meses a Forcadell por desobediencia. Ahora la investigará también por la querella anunciada por el fiscal general del Estado, José Manuel Maza. En el caso de Puigdemont, la querella recaerá en en la magistrada Mercedes Armas, que ya investiga desde hace meses por prevaricación a la consejera de Gobernación, Meritxell Borràs

Medida cautelar

Según las fuentes jurídicas consultadas, de todas las personas querelladas, los que peor lo tienen son Forcadell y los miembros de la Mesa del Parlament. En plena investigación judicial, la Fiscalía, que ostenta el principio acusatorio en el proceso penal español, ha observado una reincidencia delictiva en el mismo tipo penal: el de desobediencia.

No es apresurado suponer que las primeras diligencias judiciales que ponga en marcha el TSJC tras la recepción de las dos querellas pase por un aumento de la carga incriminatoria contra Forcadell, sin descartarse, si así lo pidiera la Fiscalía en trámite de instrucción, la adopción de alguna medida cautelar.