Dos magistrados de perfil conservador, uno liberal, otro progresista, un quinto catalanista y una sexta independiente.
Ese, a groso modo, es el ideario ideológico o político de los seis miembros que componen la sala civil y penal del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) que tendrá que ver las querellas que la fiscalía interponga contra políticos aforados que presuntamente hayan cometido delitos en la tramitación del proceso de indepedencia de Cataluña, el procés.
El presidente del TSJC, Jesús Barrientos, experto en Derecho Penal, pertenece a la asociación liberal Francisco de Vitoria. No podrá, por ley, investigar ninguna causa contra los querellados pero tiene la obligación legal de presidir el tribunal que eventualmente les juzgará.
De todo un poco
Así, el azar puede hacer que cualquiera de los cinco magistrados restantes sea el encargado de lo que se conoce como la “instrucción” de las querellas o denuncias que se tramiten.
Carlos Ramos, exfiscal de perfil progresista es uno de estos magistrados, quizá el más conocido. Actualmente, instruye el caso Gordó y ordenó a la Guardia Civil la entrada en el Parlament y el Palau pera recabar información al respecto.
María Eugenia Alegret, expresidenta del TSJC, pertenece a la conservadora Asociación Profesional de la Magistratura. También está afiliado a la misma asociación José Francisco Valls. Jordi Seguí es el experto en Derecho Civil. Sin embargo, eso no le exime del reparto de alguna de esas querellas de trasfondo penal. Se le considera el más catalanista de todos sus compañeros. Por ultimo, Mercedes Armas, sin adscripción política definida. Fue una de la magistradas que condenó a Leo Messi y se la considera una extra-garantista y muy meticulosa.
Por sorteo
Cualquiera de estos cinco magistrados puede investigar querellas contra aforados que se presenten en la secretaria del alto tribunal catalán. Fuentes del TSJC insisten en que los casos se reparten y repartirán por sorteo bajo el criterio inamovible de lo que se conoce como “turno corrido”. Las normas de reparto aprobadas este año por la sala de gobierno así lo estipulan.
Los seis magistrados son poco amantes de las estridencias ni de los focos mediáticos. Se les considera moderados, escrupulosos y radicalmente apegados a la doctrina constitucionalista más ortodoxa.