La manifestación de condena por los atentados de Cataluña que se celebra hoy en Cataluña tiene como finalidad expresar la unidad de los partidos, instituciones y ciudadanía. Sin embargo, el veto al Rey ejercido por la CUP, el llamamiento a enarbolar banderas estelades y el uso de un lema de origen secesionista preconiza una de las concentraciones antiterroristas más politizadas desde la desarticulación de ETA. La manifestación, convocada a las 18 horas, partirá del cruce del paseo de Gràcia con la avenida Diagonal hasta llegar a la Plaza Cataluña, muy cerca del lugar donde se cometió el primer ataque yihadista.
La cabecera estará formada por representantes de todos los servicios que atendieron las necesidades provocadas por el atentado --Mossos d'Esquadra, Guardia Urbana, Emergencias...--, así como otros colectivos afectados. Las autoridades y los dirigentes políticos quedarán en un segundo plano. Así lo ha decidido el Ayuntamiento de Barcelona, después de que la CUP criticara la presencia del rey Felipe. Una medida que pretende evitar incidentes, pero que difícilmente impedirá una pitada contra el monarca.
En este sentido, 170 entidades sociales, como Òmnium Cultural, Assemblea Nacional Catalana (ANC), Casa Nostra Casa Vostra y Stop Mare Mortum han firmado un manifiesto que tilda de "hipócrita" que acudan el Gobierno y Felipe VI. E invitan a los asistentes a acudir a la manifestación con indumentaria de color azul para expresar su rechazo.
La manifestación tiene lugar en un momento de máxima tensión entre las instituciones del Estado y el gobierno catalán, inmerso en la recta final de un proceso independentista que debe conducir al referéndum previsto para el 1 de octubre. La pugna entre los Mossos d'Esquadra, que se sienten excluidos de los foros antiterroristas, con Guardia Civil y Policía Nacional tras los atentados de la semana pasada también ha contribuido a enrarecer el ambiente. De ahí que la ANC haya hecho un llamamiento a llevar banderas independentistas con un crespón negro.
La manifestación transcurrirá bajo el lema “No tinc por”, que es la frase que, de forma espontánea, corearon los ciudadanos en la primera concentración de repulsa contra los atentados del 17-A. Se da la circunstancia de ese mismo lema fue utilizado en las concentraciones de apoyo a los cargos políticos investigados judicialmente por impulsar el proceso secesionista.
Las autoridades llegan en avión desde Madrid
Tres aviones de autoridades viajarán desde Madrid: uno llevará al Rey y sus acompañantes; Mariano Rajoy viajará en el Falcon de Presidencia del Gobierno; y en un Airbus 360 con más de 60 plazas irán la vicepresidenta, los ministros y otros líderes políticos y autoridades.
Asistirán los presidentes del Congreso y del Senado, Ana Pastor y Pío García Escudero; el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, y los líderes de grandes partidos catalanes y de toda España, Pedro Sánchez (PSOE), Pablo Iglesias (Podemos) y Albert Rivera (Ciudadanos) entre ellos. También asistirán los presidentes de las comunidades autónomas y de los miembros del Ejecutivo español. La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, también se manifestará en el centro de Barcelona. El presidente catalán, Carles Puigdemont, acompañado de sus consejeros, así como la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, estarán presentes.
No habrá discursos políticos, solo una lectura de textos a cargo de la actriz Rosa Maria Sardà y la activista Míriam Hatibi, mientras que solistas interpretarán El Cant dels Ocells. El fondo del escenario lucirá un cartel del artista Frederic Amat y durante la manifestación varios voluntarios repartirán a los participantes flores rojas, amarillas y blancas, los colores de la ciudad.