La Mesa del Parlament ha descartado finalmente este miércoles admitir a trámite la ley del referéndum, pese a que está registrada desde el pasado 31 de julio. La negativa a dar explicaciones técnicas sobre esa exclusión, sin precedentes, ha provocado una bronca entre los miembros del órgano gestor.
Los grupos de la oposición critican que la Mesa esté al servicio de las estratagemas políticas de Junts el Sí y la CUP. El asunto, a pesar de su relevancia para el proceso secesionista, se ha substanciado en apenas 20 minutos.
Se da la circunstancia de que el Parlament ha adelantado la reanudación del curso parlamentario a agosto, lo que los grupos parlamentarios habían interpretado como un paso más en el avance en la convocaroria del referéndum. Sin embargo, la Mesa ha decidido no abordar la tramitación de la ley, sin dar apenas explicaciones. La oposición considera gravísimo que una iniciativa parlamentaria registrada no sea valorada por la Mesa. Una medida arbitraria, dicen, que no tiene precedentes.