La respuesta de la Administración no ha tardado en llegar. La Delegación del Gobierno en Baleares ha propuesto sancionar con una multa de 1.200 euros al organizador de la actuación llevada a cabo por Arran el 22 de julio contra varios yates atracados en el Muelle Viejo de Palma y un restaurante al que accedieron en tropel con confetis y bengalas que asustaron a los comensales. Su objetivo, frenar el turismo masivo que afecta a las islas.
El nombre del joven que lideró la protesta responde a las siglas A.M.M., tal y como se identificó ante los agentes que se personaron en el lugar de los hechos. La acción, en la que participaron unas 40 personas, sucedía a otras del mismo tipo que la plataforma independentista ha llevado a cabo en Barcelona, con el asalto a un autobús lleno de turistas, Poblenou, donde los miembros de la entidad pincharon las ruedas de varias bicicletas de alquiler, o Ciutat Vella, donde causaron desperfectos en varios comercios.
Defender el turismo
La representante del Gobierno central en el archipiélago, María Salom, ha anunciado la medida y ha hecho hincapié en la necesidad de defender la actividad turística en Baleares, donde no sólo Arran sino también otras organizaciones ya han llevado a cabo diversas acciones en contra de la masificación y la gentrificación.
En concreto, la Delegación del Gobierno alude a lo establecido en el artículo 30.3 de la Ley Orgánica 4/2015, de 30 de marzo, de protección de la seguridad ciudadana y aplica una sanción de 900 euros por la utilización de dispositivos pirotécnicos sin autorización y otros 300 incumplir los requisitos legales para manifestarse. La Administración recuerda, además, cómo en su protesta desplegaron “pancartas reivindicativas en contra del turismo, botes de humo de color rojo y al menos dos bengalas”.
Otras acciones de Arran
No es la primera vez que los integrantes de Arran hacen de las suyas en Palma. De hecho, dos militantes de la organización e integrantes, además, de Esquerra Independentista de Mallorca fueron detenidos por quemar una fotografía del Rey durante la Diada del 30 de diciembre. En marzo comparecieron ante la Audiencia Nacional, pero se negaron a declarar por no tener el tribunal “legitimidad en los Països Catalans”.
Sin embargo, ya en abril de 2013 varios miembros de Arran arrojaron pintura en la sede del PP balear, donde dibujaron en rojo una hoz y un martillo, además de una estelada. El mismo edificio amaneció cuatro meses después con un mensaje en negro: “Qui juga amb foc s’acaba cremant”, criticando de esta forma la gestión del PP, a raíz de los recortes en cuanto a prevención y personal, en el incendio producido entonces en el núcleo mallorquín de Andratx.
Arran reivindicó otras pintadas, en esta ocasión en la fachada de la parroquia de la Santa Creu en Palma después de que ésta, el pasado 21 de noviembre, acogiera una misa en homenaje a Franco y a José Antonio Primo de Rivera.