Se acabó el salario ético en BComú, el partido que gobierna en Barcelona. La alcaldesa, Ada Colau, y sus diez concejales piden un aumento del 1,5% como mínimo. Los dirigentes y las bases concretarán la propuesta después del verano, para evitar que la medida coincida con el nuevo año y la precampaña electoral.
BComú reconoce ahora que la limitación salarial con la que se presentó en las municipales de 2015 se fijó pensando más en la oposición que en el gobierno. Fue una medida arbitraria y que en ningún caso contemplaba la diferencia de responsabilidades de uno y otro lado del tablero.
Tope muy bajo
Así, el límite de 2.200 euros netos mensuales en 14 pagas que fijó BComú para cada cargo son hoy insuficientes para todos sus integrantes. La cifra, impuesta como medida para enterrar los privilegios políticos y poner la política al servicio de la ciudadanía, como vendió la formación, no incluye mecanismos de corrección ni complementos de responsabilidad.
Por eso, en el seno del partido se habla de “patinazo” del código ético y se pide el aumento mínimo del 1,5%, por estricta aplicación del IPC, así prever complementos para transporte y comidas. “El tope actual es muy bajo”, lamentaron las bases, reunidas el 22 de julio, según recoge La Vanguardia, y plasmaron en el acta del plenario.
La responsabilidad del poder
El código ético fue una condición indispensable para formar la confluencia de BComú, partido que intentó, ya en el poder, que todos los grupos municipales aplicaran la rebaja salarial, sin éxito. De hecho, la oposición ni siquiera permitió que Colau y su séquito tomaran tal medida y obligaron a la alcaldesa a cobrar 80.000 euros, frente al límite ético de 43.000 euros (2.200 euros netos al mes). Y los concejales en proporción. La diferencia entre una y otra cifra la destinan a programas sociales.
Pero el documento refleja que la opinión del aumento es “unánime” para los cargos con más responsabilidad y especialmente para el caso de Colau y los diez concejales. Todo ello por la exigencia de responsabilidad y horas que hacen en el poder al contrario que en la oposición. Hay dos posturas: prever complementos o aumentar el salario ético.
El debate continuará en los próximos meses y la intención es solventarlo antes de 2018.