Habrá una Hacienda propia en Cataluña. Así lo ha votado la mayoría independentista en el Parlamento catalán representada por los grupos Junts pel Sí y la CUP. En la cuarta y última sesión del último pleno antes de las vacaciones de verano, se ha debatido y votado la ley del Código Tributario que pretende asentar las bases del nuevo organismo que liderará el departamento de Oriol Junqueras.
Con 71 votos a favor, 62 en contra y cero abstenciones, la Cámara catalana ha dado luz verde a la proposición un día después de la fecha en la que tenía que votarse debido a la petición de Ciudadanos, principal grupo opositor, de aplazarla a este viernes y tener un día más para presentar enmiendas.
Y lo ha hecho tras un debate que se ha iniciado con la ausencia del presidente del Govern, Carles Puigdemont, además del vicepresidente, Oriol Junqueras, la mayoría de los consellers de la Generalitat y la presidenta del Parlament, Carme Forcadell. Ante las quejas de la diputada del PSC, Alicia Romero, los miembros de JxS presentes han explicado que se encontraban mostrando su apoyo a las víctimas del accidente de tren en la estación de Francia. Pero no era así: han salido a apoyar al sector audiovisual que protestaba en las puertas de la Cámara por la sentencia del TC que anula el canon digital, también llamado impuesto del ADSL.
Principal estructura de Estado
Para el secretario de Hacienda de ERC, Lluís Salvadó –primer imputado del partido por ocultar gastos del referéndum--, se trata de una ley importante para la Hacienda catalana que tiene que ser “la primera de lo que ha de ser el Código Tributario de nuestro país” y que forma parte de un paquete de tres leyes que han de fundamentar las bases de las principales estructuras de Estado de una supuesta Cataluña independiente.
En declaraciones a los medios –a los que ha acudido junto a Oriol Junqueras y no han aceptado preguntas--, Salvadó ha explicado que pretende ser una Hacienda ambiciosa, con herramientas “capaces de generar fuerza” para ser eficientes en la lucha contra el fraude y, a su vez, conseguir un modelo más moderno, accesible y cercano al contribuyente.
Banco central catalán
La diputada de Junts pel Sí, Maria Senserrich, ha definido la aprobación como un último trámite parlamentario para gestionar desde Cataluña una Hacienda ya existente y con la que se pretende garantizar los servicios públicos. “No sé por qué les molesta que hagamos una ley para las personas. ¿O prefieren el caos del Estado Español?”, ha dicho a los partidos de la oposición, contrarios a la iniciativa.
Eulàlia Reguant (CUP) ha recordado los objetivos de la nueva Hacienda catalana: ser capaces de recaudar todos los tributos catalanes; disponer del personal necesario; crear un censo de contribuyentes (“Porque sí, para autogobernarnos es necesario”, pese a la polémica) y crear un banco central catalán y una banca pública.
“Estamos muy lejos de una democracia fiscal real y es ahora cuando podremos empezar a recaudar el impuesto de sucesiones y transmisiones patrimoniales que hasta ahora se hacía por vía de intermediarios”, ha añadido.