Con el referéndum a poco más de dos meses vista, y ante la imposibilidad de frenar los trenes antes de que choquen, unos de los principales actores del país, los empresarios, consideran que la deriva secesionista catalana daña la economía española.
La gran mayoría de empresarios españoles (74%) así considera lo considera, si bien en Cataluña, la cifra de quienes opinan que el procés es perjudicial es menor (43%). Son respuestas de los responsables de 265 compañías que dan trabajo a 800.000 personas en el país. El mejor ejemplo de esta sensación es el reciente informe que desliza que la situación política catalana amenaza con dejar a Barcelona sin la Agencia Europea del Medicamento.
La corrupción duele más
Al margen de este estado de alarma en el que vive la mayoría, hay un 20% que confiesa que no le afecta el procés y un 1% que le favorece. Curioso es, también, que preguntados por “su empresa”, solo un 34% lamenta las consecuencias negativas del auge del secesionismo, mientras un 59% dice que no influye y el 1% lo ve positivo para sus intereses.
Mayor es la preocupación en el sector turístico. Ahí sí que tres de cada cuatro hosteleros (75%) ven a sus empresas dañadas directamente por el procés, según el último Barómetro de Empresas de Deloitte para el diario El País.
No obstante, consideran que la corrupción hace más daño a la economía española (84% así lo cree) que el procés; un 44%, que afecta a un sector de actividad, y un 31%, a su empresa.
Recuperación
Por otra parte, los empresarios también responden a la afectación que sobre su negocio pueden tener las políticas económicas del Gobierno: un 41% afirma que es indiferente; un 24%, mala; un 23%, buena; un 9%, muy mala, y un 3%, muy buena. Además, un 43% de los encuestados se muestra convencido de la recuperación económica de España.
Un 81% opina que la evolución general de la situación ha mejorado en el primer semestre y un 73% considera que también lo hará en el segundo semestre de este año. Un 18% cree que siguió igual en la primera mitad del año y un uno que empeoró, mientras que el 26% responde que en los próximos seis meses no cambiará y el uno que lo hará a peor.