El Ayuntamiento de Barcelona ha cerrado este viernes por vacaciones con la celebración del que ha sido su último pleno antes de que la actividad política municipal empiece a decrecer. Una sesión marcada por la despedida del nuevo conseller de Interior, Joaquim Forn; la llegada de la concejal Eulàlia Reguant y la presión de la oposición para que la alcaldesa, Ada Colau, aparque su ambigüedad y se posicione sobre la celebración del referéndum el próximo 1 de octubre.
El pleno se ha iniciado entre las protestas de los trabajadores del Bicing, primero, y los de TMB, después, que protestaban desde la plaza Sant Jaume y también desde el mismo salón de plenos por sus condiciones laborales e increpaban a la concejal de Movilidad, Mercedes Vidal. Ese ha sido uno de los principales puntos de la orden del día: la oposición en bloque ha pedido su dimisión a propuesta de ERC, pero no es vinculante, así que no habrá tal dimisión.
Colau se ausenta
Tras el escrache y previo aviso de la alcaldesa de suspender la sesión, el ayuntamiento ha rechazado una propuesta de Ciudadanos para respetar la ley contra el referéndum, una iniciativa que presentó también el Partido Popular en la sesión de junio y que tampoco fue aprobada.
“No vamos a permitir la instrumentalización de este ayuntamiento, ni por unos ni por otros”, ha dicho Colau. Mejías (C’s) ha criticado su ausencia durante el debate de la propuesta achacando poco interés, a lo que ella ha replicado: “Tengo un bebé de tres meses al que le tengo que dar el pecho. No sé si prefiere que se lo dé aquí, en medio de Presidencia, o que se lo dé fuera”.
Reguant, concejal
La exdiputada de la CUP Eulàlia Reguant ha tomado posesión este mismo viernes y se ha estrenado como concejal del consistorio acompañada de sus excolegas en el Parlament, Anna Gabriel y Mireia Vehí. Sustituye al exconcejal Josep Garganté -- abandonó su escaño porque, en sus palabras, el ayuntamiento es una institución burguesa que forma parte del problema y no de la solución--, pero este viernes ha sido una de las protagonistas de su grupo, formado ya íntegramente por mujeres.
Se ha mostrado contundente en sus intervenciones y no ha querido hacer declaraciones tras prometer su cargo como concejal de Barcelona: “Habrá muchos plenos para hablar”. A Joaquim Forn, le ha lanzado un mensaje escueto: “Hola y adiós”, tras lo que se ha mostrado esperanzada porque los Mossos d’Esquadra, bajo su cargo, trabajen para que el 1-O permitan que los ciudadanos voten.
Forn ha aparecido solo para despedirse públicamente y ha protagonizado un discurso agradecido centrado, sobre todo, en Xavier Trias, de quien ha aprendido a “ponerse en la piel de otros y buscar acuerdos sin querer ganar siempre diez a cero”. El nuevo conseller de Interior ha destacado que es “un honor que Puigdemont confíe en mí en este momento político apasionante”. Sobre su futuro más inmediato al mando de la Policía catalana, dice que defenderá sus ideales y que espera hacerlo lo mejor que pueda.