En Cataluña no hay un día tranquilo. Ya sea por el referéndum del 1 de octubre o por la consulta del 9N de 2014, como ha ocurrido este miércoles, 19 de julio. La decisión del Tribunal de Cuentas de investigar posibles responsabilidades por aquellos hechos ha derivado, a lo largo del día, en una campaña independentista en la que no han faltado las referencias a la democracia y al Estado de derecho.
La denuncia de la consejera del tribunal Margarita Mariscal de Gante persigue el reintegro de los fondos públicos empleados en el 9N, cifrados en 5,1 millones de euros. Se dirige al expresidente Artur Mas y a las exconsejeras Joana Ortega e Irene Rigau, así como al exconsejero Francesc Homs, todos ellos condenados ya por desobediencia al Tribunal Constitucional en la celebración de dicha consulta.
Mariano Rajoy es Nicolás Maduro
En este escenario, ha comenzado el espectáculo. Mas ha dicho que la investigación es “insólita e impresentable” y sólo persigue un propósito: “Dar miedo y asustar a la gente”. Critica que se les pueda juzgar dos veces por lo mismo, y recuerda que el juez obvió el delito de malversación de fondos públicos en la sentencia.
“Es un Estado de no derecho”, ha disparado el presidente del PDeCAT, antes de aclarar que no tiene esos más de cinco millones que le pueden llegar a pedir. Para terminar, ha deslizado que “al presidente [Mariano] Rajoy se le está poniendo cada de presidente [Nicolás] Maduro”, de Venezuela.
A dos euros por catalán
El vicepresidente catalán, Oriol Junqueras, ha aprovechado la secuencia de hechos para sacar pecho ante el próximo 1 de octubre. El líder de ERC ha amenazado con que perseguir el patrimonio de los responsables del 9N no frenará el próximo referéndum. Habrá urnas, ha dicho, aunque “el precio sea de cinco millones de euros”.
“Si el precio fuera de cinco millones de euros, teniendo en cuenta que más de dos millones de personas votaron el 9N, sale a dos euros por cabeza; tenemos dos euros por cabeza”, ha ironizado en un acto organizado por la ANC en el Teatre de Sarrià de Barcelona. “A menudo nos toca pagar mucho más”, ha dicho.
“No nos tenemos que dejar intimidar, amenazar, amedrentar. No tenemos que permitir que nos falten al respeto”, ha dicho, antes de declarar que “quien está fuera de la norma y de la ley constantemente es el Estado, que tiene un Gobierno que utiliza las cloacas; lo hemos visto en documentales”.
Un Estado fracasado
En el mismo acto, el presidente de la ANC, Jordi Sànchez, se ha ofrecido a ayudar “hasta el último céntimo” a los políticos que organizaron la consulta del 9 de noviembre y que ahora tienen problemas con la justicia, y a los políticos que se enfrentan con el reto de impulsar el referéndum del 1 de octubre.
Y la exconsellera de Enseñanza Irene Rigau ha aprovechado su intervención para exclamar que “España es un Estado fracasado que no ha sabido crecer democráticamente”: “Ante el miedo, ilusión. La sonrisa no nos la quitarán. A mí tampoco”.
Comparecencia en el Congreso
El PDeCAT, asimismo, reclamará la comparecencia del presidente del Tribunal de Cuentas, Ramón Álvarez de Miranda García, ante la Comisión Mixta (Congreso-Senado) para que explique la decisión “arbitraria” adoptada en relación a la consulta soberanista de 2014, según ha anticipado el diputado por Tarragona y alcalde de Tortosa, Ferran Bel.
¿Y qué dice el Govern? Pues erre que erre con al referéndum del 1 de octubre. Su portavoz, Jordi Turull, ha advertido al Tribunal de Cuentas de que no podrá parar la puesta de urnas porque es un “tsunami democrático” que nadie podrá frenar. Él lo ha dicho en el coloquio “El momento zero” organizado por El Punt Avui: “Si se piensan que por menos de un euro por catalán frenarán la independencia es para reírse”.