La consulta organizada por la oposición venezolana en Barcelona sobre el proceso constituyente que impulsa el presidente del país, Nicolás Maduro, se ha tenido que celebrar este domingo en la calle por la falta del permiso municipal que permitiese llevarla a cabo en el Centre Cívic Joan Oliver, como estaba previsto.
Según ha informado a los medios el concejal del distrito de Les Corts, Agustí Colom, la Asociación Movimiento Libertador no había pedido el permiso municipal para realizar esta consulta en un espacio público, sino en uno privado.
Desde el consistorio aseguran que un miembro de la asociación comunicó el sábado a la Guardia Urbana de Les Corts que se realizaría esta consulta en un espacio "privado", en referencia al Centre Cívic Joan Oliver, que es de titularidad pública.
Falta de plan de seguridad
Colom ha argumentado también que no ha permitido instalar las urnas en el centro cívico por el "riesgo" que entrañaba dada la gran afluencia de votantes prevista, sin que la organización contara con un plan de seguridad.
El concejal ha afirmado que tomó la decisión de acuerdo con la Guardia Urbana, al valorar que la organización no disponía de la autorización que se requiere para montar un acto político en un centro cívico municipal y que la votación podría implicar "riesgos", dado que se espera que acudan 16.000 personas.
Según Colom, el ayuntamiento tuvo constancia de que la organización venezolana en Barcelona iba a instalar las urnas en el centro cívico ayer por la tarde, cuando un representante acudió a la Guardia Urbana para pedir "protección" por la gran afluencia de votantes que se espera hoy.
El ayuntamiento, tras valorar la situación, decidió no autorizar la entrada a la asociación, teniendo en cuenta que "no había control de afluencia de personas" y que se esperaban más de 16.000, lo que "requiere formularios, planes de autoprotección y otros elementos".
Por "prudencia y responsabilidad", ha añadido el concejal, se optó por indicar a la plataforma que trasladara la votación a la calle, donde, ha insistido, el ayuntamiento "ha facilitado la votación con condiciones de riesgo menores".
Colom ha garantizado que "evidentemente", de haber tenido permisos, el consistorio habría autorizado a la organización a montar la consulta en el centro cívico, como se haría con "cualquier fuerza política que cumple con requisitos de legalidad y está debidamente registrada".
Los organizadores acusan a Colau de censurarles
Por el contrario, la organización venezolana ha asegurado que habían presentado los documentos pertinentes para "alquilar" la sala principal del centro y habían abonado casi 1.000 euros para disponer de ella durante toda la jornada del domingo.
En este sentido, la coordinadora de la Asociación y de la consulta, Adriana Rubial, ha asegurado que tomarán acciones legales, puesto que ha considerado que "ha sido una respuesta política", y ha acusado al gobierno de Ada Colau de censurar y vetar esta consulta.
Asimismo, Rubial ha señalado que nadie les había informado de que tenían que solicitar un permiso municipal, por lo que se limitaron a comunicarselo al centro cívico, a la Guardia Urbana y a los Mossos d'Esquadra.
Celebración improvisada
Finalmente, a pesar de estas complicaciones iniciales, la consulta se ha celebrado en el exterior del centro municipal, donde se han improvisado mesas electorales, se ha cortado la calle y se ha organizado el acceso a las urnas.
Además, uno de los coordinadores del evento, David Díaz, ha calificado de éxito de la democracia venezolana y ha agradecido a los vecinos y los locales cercanos que les hayan ayudado a improvisar en la calle el acto, puesto que les han proporcionado electricidad y botellas de agua.
En cuanto a la participación de los venezolanos en Barcelona, Adriana Rubial ha afirmado que ha sido masiva desde primera hora de la mañana y que esperan en torno a 16.000 personas, de un total de 24.000 venezolanos que se encuentran en Barcelona en la actualidad, según ha indicado.
Asimismo, la coordinadora ha augurado que prácticamente un 95% de los participantes votará sí, a las tres preguntas que se votan este domingo en la consulta popular que ha organizado la oposición venezolana, que tomará el pulso de la opinión pública antes de las elecciones a la Asamblea Constituyente organizadas por el Gobierno chavista, que ha calificado esta consulta como ilegal.
Las primera pregunta es si rechaza y desconoce la realización de una constituyente propuesta por Nicolás Maduro sin la aprobación previa del pueblo de Venezuela; la segunda versa sobre si demanda a la Fuerza Armada de Seguridad y a todo funcionario público a defender la constitución de 1999 y respaldar las decisiones de la Asamblea Nacional.
Por último, la última cuestión pregunta si se aprueba la renovación de los poderes públicos, la conformación de un Gobierno de Unión Nacional y la realización de elecciones libres y transparentes para restituir el orden constitucional.
Por lo que respecta a las garantías de esta consulta, para votar es necesario tener la nacionalidad venezolana, presentar el documento de identidad aunque no hace falta que esté vigente, ni tampoco estar inscrito en el Registro Electoral.
Reacciones políticas
El presidente del grupo municipal popular del Ayuntamiento de Barcelona, Alberto Fernández, ha reaccionado al incidente que se ha producido al inicio de la consulta, por lo que ha afirmado que "Colau se ha convertido en cómplice al vetar la votación de los venezolanos en rechazo a la dictadura de Maduro".
Así, el líder popular ha acusado a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, de presumir de defender los Derechos Humanos, mientras "silencia la voz del ayuntamiento" sobre la situación de Venezuela.