La resistencia al envite independentista tiene un nombre propio: Roberto Fernández. Aunque muy a su pesar. Enemigo de la polémica, el rector de la Universitat de Lleida (UdL) guarda discreción respecto a la controversia derivada del rechazo de este centro al Pacto Nacional por el Referéndum. Otras universidades sí se han adherido, a pesar de que la unilateralidad de la votación defendida por el presidente, Carles Puigdemont, enterró ese movimiento transversal.

Fernández (L'Hospitalet de Llobregat, 1954), catedrático de Historia Moderna y autor de varios libros, entre los que destaca Cataluña y el absolutismo borbónico, donde desmonta algunos mitos del soberanismo catalán, afronta ahora una movilización universitaria a favor de revisar esa postura contra el Pacto por el Referéndum.

Roberto Fernández y Angel Ros en una conferencia en la Universidad de Lérida

Roberto Fernández y Angel Ros en una conferencia en la Universidad de Lérida

Votación en el consejo de gobierno

El pasado 15 de junio, el consejo de gobierno rechazó por 19 votos en contra, 9 a favor, 5 en blanco, 2 abstenciones y un voto nulo que la UdL se adhiera al Pacto Nacional por el Referéndum. Se debatió, tal como contempla la normativa de este órgano de gobierno, a petición de una quinta parte de sus miembros, entre los que había profesorado, estudiantes y personal de administración y servicios.

Pacto Nacional por el Referéndum

Pacto Nacional por el Referéndum

En el transcurso del debate el rector manifestó que nunca se ha pronunciado ni se pronunciará postulado político alguno y que sólo lo haría “en el caso de que afecte a los intereses de la Universidad de Lleida o del Sistema Universitario Catalán. La obligación institucional del rector es mantener la neutralidad política de la UdL".

Fernández también manifestó que "el consejo de gobierno no representa ideológicamente a la comunidad universitaria. Sus miembros no son elegidos por razones ideológicas, sino académicas”. Y, en coherencia con la decisión que se adoptó en el consejo interuniversitario de Cataluña, “deben ser las instituciones como el Parlament, y no el consejo de gobierno, las que se dediquen a regular la vida política de nuestro país".

Cruce de 'emails' a favor y en contra

Sin embargo, esta posición no agradó a toda la comunidad universitaria, enzarzada en un intercambio de correos electrónicos a favor y en contra de la neutralidad del rector.

La UdL es la única universidad que, hasta ahora, se ha desmarcado del Pacto Nacional por el Referéndum. Las universidades de Girona, Rovira i Virgili (Tarragona), Pompeu Fabra y Politècnica de Catalunya celebraron votaciones similares en las que ganó el sí al pacto. La Universidad de Barcelona y Autónoma no descartan hacer debates similares.

El descontento con la posición del consejo de gobierno de la UdL se ha canalizado a través de una recogida de firmas para suscribir un “manifiesto en desacuerdo al rechazo de la UdL a la adhesión al Pacto Nacional por el Referéndum”. En el mismo, se propone pedir al rector la realización de una consulta mediante el campus virtual con tres posibles opciones: a favor de la adhesión de la UdL al pacto, en contra o que la UdL no se posicione al respecto.

Un manifiesto con más de 300 adhesiones

Formulario para firmar en el manifiesto en la web pactepelreferendumudl.wordpress.com

Formulario para firmar en el manifiesto

Hasta ayer, 28 de junio, por la tarde, el manifiesto había reunido 346 adhesiones. La universidad leridana se compone de unos 9.000 estudiantes, unos 400 trabajadores y 900 profesores.

Fernández mantiene una excelente relación con el alcalde de Lleida, Àngel Ros, también en el ojo del huracán por haber rechazado la cesión de locales municipales para el referéndum.

“El debate universitario sobre el Pacto Nacional por el Referéndum se lleva a cabo de forma muy interna, nada que ver con el agitado final de curso que tuvimos el año pasado”, señalan a Crónica Global fuentes del entorno universitario. Se refieren al encierro que protagonizó un grupo de estudiantes en protesta por la detención de una alumna que, supuestamente, había participado en el escrache a la subdelegada del Gobierno en Lleida y profesora de la UdL, Imma Manso. Intervinieron unidades antidisturbios, algo que nunca había ocurrido en el recinto universitario.

En aquella ocasión, el PSC de Lleida planteó una moción de apoyo al rector, aunque finalmente fue retirada. Por su parte, el rector rechazó la petición de un profesor de que la universidad se adhiriera a una campaña contra los símbolos franquistas, con el argumento de que era un asunto estrictamente municipal.