Los inesperados cambios en las altas esferas de la Generalitat, que han provocado ruido de sables dentro del PDeCAT, serán debatidos próximamente en el Parlamento catalán.
La diputada del PSC Alícia Romero ha solicitado la comparecencia de la directora general de Industria del Departamento de Empresa, Àngels Chacón, y del consejero delegado de Acció (agencia para la competitividad de la empresa), Joan Romero, en la Comisión de Empresa y Conocimiento de la Cámara catalana. Tiene la finalidad de conocer sus objetivos al frente de sus nuevos cargos, aprobados por el Gobierno catalán el pasado martes, 13 de junio.
Tal como publicó ayer Crónica Global, la recta final del procés ha ido acompañada de un baile de altos cargos que ha generado tensiones entre el presidente, Carles Puigdemont, y su predecesor, Artur Mas, quien atribuye al exalcalde de Girona una excesiva sumisión a sus socios de gobierno de ERC.
El rumor sobre el fichaje de Amazon
Chacón y Romero sustituyen a Núria Betriu, que hasta ahora ocupaba ambos cargos. La posibilidad, apuntada por este medio, de que Betriu sea fichada por Amazon ha disparado las alarmas entre los socialistas, dado que fue la persona que gestionó la instalación del gigante americano del comercio electrónico en terrenos situados en El Prat de Llobregat (Barcelona).
Fuentes parlamentarias recuerdan el régimen de incompatibilidades existente. Pero es que, además, este movimiento de piezas se produce en plena negociación del Pacto Nacional para la Industria, uno de los proyectos estrella del departamento, y en el marco de una pugna entre las consejerías de Empresa (PDeCAT) y Trabajo (ERC).
La nueva directora general de Industria, Àngels Chacón, es concejal convergente en el Ayuntamiento de Igualada (Barcelona) y mano derecha del alcalde de esta localidad, Marc Castells, uno de los valores en alza del PDeCAT. Asimismo, Joan Romero ha sido nombrado consejero delegado de Acció, agencia en la que ya trabajaba, y también está vinculado al PDeCAT.
Las desavenencias entre Betriu y el consejero de Empresa, Jordi Baiget, así como el malestar del personal que trabajaba para la antiguo alto cargo, es un secreto a voces en la Generalitat.